viernes, 16 de septiembre de 2016

Poemas prestados #100

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por el poeta australiano Les Murray. Te animamos a que sigas participando en la centésima primera edición que empieza el viernes 16 de septiembre del año 2016.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Lara López quién recibirá el libro Cuerpo de amor de Alda Merini de la editorial Vaso Roto




A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
amurallado, giro de grúa, quijada, grasiento y escupitajo.


❆ ❆ ❆



A
cro
me
ga
lia
huesos
que
crecen
a golpe
de murmullos
mandíbula
quijada
órganos
grasientos
tus ojos
de siempre
agazapados
tras esta máscara
los dedos
de tus pies
se estiran
como palas
tus sueños
retroceden
tus manos
ensanchan
un escupitajo
en la hipófisis
un puto
crane-swing
en las hormonas
que invade
y amedrenta
que agosta
humilla
que no cesa
de disparar

filas de hormonas
amuralladas
el alma envejecida
el sordo intento
de equilibrar
lo imposible
en la balanza



Lara López
Madrid, España

www.laralopez.com


❆ ❆ ❆



Vida efímera

Por todas las carreteras
inconscientes del peligro
revolotean a la deriva
frente al transito sempiterno
bajo el sol.

En su espacio aéreo
surge
un objeto amurallado
transparente.

La inercia
como un giro de grúa
le estampa
contra la luna
y plaf....

No quijada
no osamenta
su esencia
muda
a escupitajo.

Del pequeño ser
solo queda
un rastro
grasiento.


Carmen Lafuente
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Y vi poca cosa…

Levanté los párpados al despertar
el techo seguía ahí, la lámpara…
mi vida bajo todo
es un racimo de todo
una estupidez con ojos abiertos
un desacuerdo entre lo amurallado
y cualquier libertad a largo plazo
la vida, un escupitajo en mitad de la quijada
una constante pregunta
una interpretación errónea
el itinerante devenir sin paliativos
grasiento ya el humedal que me dio vida
me siento tan estúpida viviendo que quisiera
un giro; un giro imperfecto, a ver si esta constancia me mata
a ver si trato de, una vez, evadirme de la ciénaga
he visto girar grúas; de pronto te encuentras con una
gira su pluma en un vaivén escalofriante, un péndulo de muerte
quiero un giro de grúa en mitad de la noche y en la misma testa…


Marian Orruño
Bilbao, Vizcaya, España


❆ ❆ ❆



CRANE SWING


Algo se está moviendo
con la lentitud pesada de una grúa.

No hay prisa para la ponderación
del oxidado engranaje
que haría propulsar la palanca del cambio.

Un inmovilismo caliginoso y grasiento,
blande una quijada suicida,
y pone en brete nuestro futuro
con el escupitajo de la indiferencia.


Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España


❆ ❆ ❆



MONTEFUSCO

Debería despreciar a bastante más gente
de lo que hago habitualmente.
Se me olvidan rápido las ofensas
y respeto los poemas.
El arte está lleno de gilipollas
como el resto de sectores profesionales.
Ojalá pudiera decir que mi carrera
no fue un giro de grúa,
que hubo coherencia desde el principio,
y que un eje definido marcó la trayectoria,
mas
lo que es cierto
es que fue un escupitajo que cayó del cielo
que dejó un rastro grasiento
en la vida que he llevado
que no siento satisfactoria.
Me hubiera gustado haber muerto más de una vez
para haber resucitado otras tantas
con otro nombre y otra quijada
para que nadie supiera por donde voy a salir
en la próxima canción.
Mientras espío a las extranjeras que toman el sol
desde mi puesto amurallado
solo pienso en qué momento lo estropeé todo.
Cómo he llegado a esto, cuándo empecé a sentirme un viejo animal,,,
No he conocido a ningún viajero del tiempo
que sepa exactamente lo que ha pasado.
Todos niegan haber encendido la máquina en ese preciso momento
pero nadie se ha arrepentido de haber querido desaparecer.
Cavé un agujero en la arena y allí hallé a Montefusco.


Juan M. Santiago León
Arganda del Rey, Madrid, España

sub-let.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Al recinto amurallado
viene a caballo un jinete,
por su aspecto, caballero,
y a su paso, un pobre hombre
que saliéndole al encuentro
tiende la mano pidiendo,
el hidalgo, que repara
en su vestido grasiento,
y en la profunda quijada
que el mendigo, en su cara
tiene, le lanza un escupitajo
y en lugar de socorrerle
deja que en su movimiento
horizontal, lento y pesado
mantiene, tratando, quizás
de humillarle, que pierde
todo su porte y hombría
y se convierte tan sólo,
en animal de compañía
de su noble caballería,
que lo mira sin piedad
y al suelo, sin más, derriba.

Comparando a este sujeto
y ya los dos en el suelo,
semejantes, pareciome,
el que ricas ropas lleva
con el pobre pordiosero
¿quién de los dos es mas pobre,
el hidalgo caballero, ó
el mísero pedigüeño?


Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Cien

Número, ángulo y movimiento exacto.
Cien.
Esa cifra que para un niño es casi infinita
y para el anciano una aspiración.
Exacta como un calculado giro de grúa
-de ese oscuro y perdido lenguaje de las grúas-
o como la parábola que dibuja en el aire
un escupitajo antes de caer.

Las cien veces que Caín pensó en la clemencia
antes de matar a su hermano
con la quijada de un burro,
las cien vueltas que dieron los trompetistas
antes de derribar milagrosamente
la defensa amurallada de la ciudad de Jericó.

Cien flores, cien ráfagas,
cien intenciones.
Cien disparos, cien rapsodias,
cien caricias sin destino.

Cien silencios, o… ¿son reflejos?

Cien alientos nublados de alcohol,
cien ángeles y demonios,
cien trazos, cien espejismos,
cien dedos grasientos dejando su huella
sobre una copa, una virgen,
una esperanza o la prueba del delito.

Cien poemas.
Una redondez cerrada y perfecta que siempre
estuvo en el horizonte o de paso y
al final,
sólo era un guarismo.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



En otoño

Las flores de otoño
llegan después de este verano
seco de mis entrañas
que ya no esperan
si no volar
y sentir el aire renovado
de un invierno
de letargo
a un atardecer de flores
que transcriban un
giro de grúa
que seca las tormentas
que navegaron
sin puerto
agitando mi ser
porque
era un ave en
el fango contaminado
y grasiento de aceite
que fue un escupitajo
de castillos
que llego a mi quijada
saliendo como ave
veo mi alma empapada
secándola
queda lo bueno
y lo dejo volar
para no sentirme
de nuevo amurallada.


Martha del Pilar
Italia


❆ ❆ ❆



Escupitajo en el cogote

¡Ponlo a cámara lenta!
gritó la niña a su padre.
Ya está, mira aquí empieza
la secuencia del escupitajo.
Todos los comensales
del abarrotado restaurante
vimos al rubio futbolista
del equipo nacional
realizar un giro de grúa
con su fotogénica cabeza
y escupir al cogote del rival
recién ingresado en el área.
El corrupto árbitro
atleta de prominente quijada
vio el impacto del lapo
en el grasiento pelo del visitante.
Por años, había amurallado
con sus decisiones
una sólida reputación
de juez parcial y casero.
Esta vez también esperó
la reacción de los jugadores.
Nadie parecía haber visto el incidente.
Dio orden de lanzar
el saque de esquina de inmediato.
Volaba el balón al área
y se apagaban móviles en las gradas.
Ningún espectador local
quería ver a cámara lenta
la repetición en pantalla electrónica
de aquella ofensa.


Julio Alcalá
Castellón, España


❆ ❆ ❆



Sueño errático

El mismo puente
desde el que miran
figuras difusas y lejanas.

Entre ellas una sombra
que con un giro de grúa
mira en mi alma.

Me estremezco, me alejo,
sin tener muy claro
el rumbo.

Un desierto de lenguas muertas
con su quijada residente
que silba a las serpientes.

Un escupitajo
se convierte en un oasis
caduco.

Un grasiento caravasar
en el horizonte
la ciudad amurallada

Dos destinos
un camino
y una cita en Samarra


Ainhoa González de Alaiza Morán
Granada, España

todoloquetienenombrexiste.blogspot.com


❆ ❆ ❆



La Galatea (Epílogo. S.XXI)


Mágica la velada. Memorable.
Sin perdonar antojo.
Baile. Licor. Pasión… Azul y rojo…
Hasta las tantas… ¡Es tan adorable…!

La luz grasienta pasa los cristales
como canción mezquina.
Un artefacto dobla por la esquina,
quijada de retales.

La sombra de la torre se desplaza,
ambigüedad creciente.
Chirrido de metales y de gente
sube desde la plaza.

Retiro el cobertor. Planto en el suelo
un pie como una púa,
y me retuerzo en un giro de grúa
sobre su desconsuelo.

Cerradas las persianas de sus ojos,
molestos por la bruma
que le lame la piel como una pluma,
se hacina en sus despojos.

Se acurruca roscado a la muralla
de su abrazo moreno
sobre si mismo. Dejo libre un seno
de bronce, de ferralla,

y en el moroso giro, yo me visto
sin perderle de vista,
(imán, ternura, desazón…, la lista
no se me acaba…); y listo.

Reprimo darle un beso en las pestañas;
me alejo de puntillas
rodeando sus prendas, y las sillas
en donde las patrañas

anoche desgranaba, cabizbajo,
apaciguando celos
con palabras de amor y caramelos,
y algún escupitajo.

Está la tarde fría.
Apenas si llegamos a cruzarnos.
Girar…, y distanciarnos…
(Rememoro el embuste cada día.)


Pedro Bernal
Madrid, España

creacionpoetica.blogspot.com


❆ ❆ ❆



El colgador del tiempo


Llego a casa y busco el colgador del tiempo.
La ropa siempre acaba en su perchero,
pero el tiempo…

Antes de que se desprenda entero
cayéndote como un escupitajo
que la eternidad te lanza,
mejor le ofreces un recinto amurallado,
aunque sea con tu propia resistencia inútil
y respondas con un grácil giro de grúa
observando cómo arría el azar tus inquietudes
a los pies de cada día;
antes de que tu quijada quiebre

por el hambre de más días, que no sabes si los tienes;
mucho antes de que el óxido del tiempo seque
tus grasientos dedos de sus días.

Llego a casa y…, sin embargo,
me amuralla el tiempo,
sin saber del colgador incierto.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro -Treviño-, Burgos, España

vientejavier-f.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Árgana


Como en un crane-swing te desdibujas,
tu gancho sin excusas te delata.
Me oprime una quijada macilenta
que me agota la vida, que me muele.

Amurallado tras el crisol veo
un tumulto grasiento y flaco que
como un escupitajo de verdades
me salpica -sin miedo- a contraluz.


Silvia Asensio García
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Indignados


El sentido, amurallado
conformista, abandonado.
El escupitajo grasiento
que nos están dando,
nos dejará sin libertad
indignados ya estamos...
Como diría el gruista
deberíamos....
deberíamos...
deberíamos...
dar un giro a la grúa
para que la muralla se rompa.
Liberar esa puerta
para volver a vivir.
Llevan tiempo rechinando las quijadas
sin que hagamos nada.
De estos sueños quizas
despertemos tarde y mal
cuando no quede nada...


Cristina Eme
Zaragoza, España


❆ ❆ ❆



MATERIAL DEFECTUOSO


El hombre grasiento que aborreció la valentía respira amurallado.
En un giro de grúa imperceptible, el lenguaje del escupitajo
tomó forma en las calles.
Enseña su quijada el aliento de las nieblas.


Nicolás Corraliza Tejeda
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Entre sus grandes quijadas
amuralladas por agudos dientes
el diablo dispara
un escupitajo grasiento y negro.
Se aburre.
Ni siquiera su nítrico gargajo
consigue parar el giro de grúa
del que:
cuello, pierna, manos,
desportillados muñecos
sin hilos ni cruceta.
El lento swing del tiempo
hace girar la grúa
lenta, pesada,
horizontal.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Eran muchos días ya
Amurallado en silencios
Con el mismo gesto
Con la misma forma en tus manos
Con la quijada marchita

Una orquesta de luces
Caminaba despacio
Entre todos los instantes
Buscaba ese crane-swing
Que desordenara tu mente
Te quitara esa parte grasienta
Que enlentece la vida
Sin pactar con nadie

Que no echaras cada día
Ese escupitajo tóxico
Que nunca fue mi poción mágica


Maribel Moratilla
Zaragoza, España


❆ ❆ ❆


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