viernes, 20 de mayo de 2016

Palabras prestadas #98

Os invitamos a conocer las nuevas palabras prestadas por Juan Peces. Tienen hasta el martes 31 de mayo, para hacer llegar vuestros poemas a la dirección: librodepalabrasprestadas@gmail.com

Antes de enviar tu poema por favor mira las bases en "¿Cómo participo?"



#98  Las Palabras son prestadas por Juan Peces.


embeleso

encantamiento

inspección

calefacción

arrebato



Juan Peces fue, durante dos años, secretario perpetuo de la Asociación de Misántropos de París XI, donde se desempeñó como abrazaletras y juntafarolas en días alternos. En su etapa de residencia en Nueva York publicó su tesis doctoral "El mantel de celulosa como herramienta creativa: exégesis de 'An Underachiever's Diary', de Benjamin Anastas". Su amor por la fotografía le llevó a fundar, en comandita, el efímero Studio di Fotografia Povera. Tras su disolución por falta de mecenas, trabajó como limpiador de cubetas de revelado del atormentado fotógrafo Lajos Frecklebaum. Su fértil imaginación le ha llevado a disfrutar de largos periodos de reposo institucionalizado.



El viernes 3 de junio 2016 publicaremos los poemas y una nueva selección de palabras.



El premio al mejor poema será el libro Palabras para salvarse de Sara Zapata de la editorial Huerga y Fierro

Palabras para salvarse
'Habla de su vida, que se parece bastante a la tuya, ya verás, pero no sólo para nombrarla sino para sacarte alguna reflexión, para darle otro brillo, para proponerte alguna mirada interesante. Ella va directa. Ella va a contarte lo que tiene que contarte, lo que ya sabías pero no sabías que sabías de ti mismo. Y lo va a hacer con una naturalidad terrible. En el buen y en el mal sentido de la palabra terrible.'


Más información sobre el libro en Huerga y Fierro




Poemas prestados #97

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Claire Beynon. Te animamos a que sigas participando en la nonagésima octava edición que empieza el viernes 20 de mayo del año 2016.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Vicente Javier Fernández Gómez quién recibirá el libro Hasta llegar aquí de Javier Bozalongo de la editorial Cuadernos del Vigía




A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
espina, cámara, peñasco, coser y estrella.


❆ ❆ ❆



Qué soledad

Qué soledad te encierra
en las horas de la noche en las que coses
una a una por sus puntas las estrellas
con los ojos tristes que les prestas.
Qué calidez oscura en tu mirada
cuando asalta la inquietud azul de los temores.
Qué desconsuelo al cabo, cuando tornas dolorida
del peñasco arisco de tus días,
cuando rozas todas juntas las espinas
de las rosas que te hieren y te excitan.
Qué clamoroso arrobo si te escondes
en la oscura cámara que habitas,
donde arrullan los gestores
del profundo añil
de tus quimeras.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro, Burgos, España

vicentejavier-f.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Al borde del peñasco
con una espina en el alma.
intento coser la película de mi vida.

Con cámara en mano
registro el último instante del crepúsculo,
“la hora de los dioses”.

Un estrella fugaz....me anuncia el final.


Nora Inés Román
Buenos Aires, Argentina


❆ ❆ ❆



SENSUALIDAD

Coso tu deseo al bajo de mi falda vaporosa
donde todo se insinúa
como una ráfaga de viento distraída.

Y tu deseo se desborda junto al mío
como la espuma blanca de la ola
en un peñasco.

Es todo tan breve,
tan intenso,
tan íntimo y tan frágil
que retenerlo es de necios cuando ocurre.

De nada sirve guardarlo en el diafragma de una cámara,
darle incontables nombres,
sórdidos apelativos de burdel,
diseccionarlo,
dibujar un punto de luz por una estrella,
desvirtuar su fulgor o congelarlo.


Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España


❆ ❆ ❆



Madre, cóseme la falda
que yo no puedo coserla,
la he rasgado subiendo
a lo alto de un peñasco
para alcanzar una estrella
tan bella como una rosa
pero, que teniendo espinas
ha dejado, dolorosa
sensación y está clavada,
como mis ojos fijados
cuál si una cámara fuera
parpadeando y fugaz,
maravillosa su belleza,
que ya no vivir quisiera,
sin aroma de la rosa,
ni el brillo de las estrellas,
sin tu amor querida madre,
que perduren para siempre
y… en mi memoria, no mueran.


Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Rosa que nace en la suciedad

Rosa que nace en la suciedad
Estás sola, incomprendida,
llena de espinas.
Apartada hasta que tu luz se apaga

Brillabas como las estrellas
Pero el mundo no era lo que imaginabas
La realidad fue como ser
empujada de un peñasco
en una caída rápida.

Rosa que nace en la suciedad
Todos te miran raro,
caminas sola, aislada,
como si hubieras sido dañada.

Andas con tu corazón cosido
Y cuando te preguntan,
¿Por qué eres tan fría?
Tu sonríes y respondes:
Oh amor, he sido tantas veces rota,
que las partes ya no se unen como antes.

Rosa que nace en la suciedad
Siempre levantas la vista y sonríes
cuando una estrella fugaz
surca la cámara estrellada.
Esperas poder pedir un deseo,
cierras los ojos y repites
"Incluso las rosas tienen sueños"


Belén Viera
Uruguay


❆ ❆ ❆



Te fuiste y fuiste espina porque quisiste

Te fuiste y me dejaste la espina clavada
con saña y a cámara tan lenta introducida
que trajo un absceso cual duro peñasco

Partiste a tu estimada estrella sin asco
con la idea de coser tus heridas al fresco
que resultó una gran pena sobrevenida

Olvidaste tu mirada de cámara congelada
con saña y sin falsos remilgos disfrazada
que alojó en riñón no piedra sino peñasco

Cosiste en el roto pantalón hecho cisco
un siete estrellado lleno de música disco
que cambió a franela la tela desgarrada

Te fuiste y fuiste espina porque quisiste


Julio Alcalá
Castellón España

El blog de don Julio


❆ ❆ ❆



Blanda espina,
región mínima de luz
cuando los astros callan.

En la cámara oscura,
los deseos —livianos como estrellas—
se tienden en las rosas heridas del secreto.

Cosida a la tierra,
insolentemente,
cae como peñascos.


V. Javier Llop
Valencia, España


❆ ❆ ❆



RELENTE

Mi abuela cosía en un taller
a sus 16 años
cuando se declaró la Guerra
a base de pegar voces.

Una piedra roma como un peñasco
le abrió la cabeza a mi padre
en una de esas batallas campales
que los niños de antes
entablaban al lado del río.

13 estrellas amarillas componían
la firma de aquella niña de 17 años,
que alegró una tarde de mi pubertad en una casa de la sierra.

Al Cristo de la capilla en la planta de arriba sólo le faltaba lanzar espinas
con una cerbatana, tanto pavor nos causaba cuando hacíamos la rata.

Una reponedora congelaba sus recuerdos en una cámara frigorífica
para sacarlos convertidos en versos de chocolate, como las jícaras de su infancia que le daba su madre
todas las tardes después del colegio.

Ante la imposibilidad de volver atrás en el tiempo, para ver a la abuela, al padre, al hijo y al Cristo, la mujer decidió sentarse al relente y esperar.


Juan M. Santiago León
Arganda del Rey, Madrid, España

sub-let.blogspot.com


❆ ❆ ❆



como la tarde aquella

asciende la montaña. brama al fondo
la Garganta de Iruelas
entre cantos rodados,
a través de un tamiz de enredaderas.

petirrojos, zorzales…,
trinan sobre las ramas de las breñas.
sigue la ruta de las alimañas.
como la tarde aquella…

por la trocha florida
troncos elude; jara; charcos; peñas.
aventa los zarzales espinosos
cosidos a sus piernas,

y la grama de flores amarillas,
abiertas como estrellas.
murmullo de corriente
a medida que avanza se le aleja.

en elegantes círculos vigilan
buitres sobre la senda.
el silencio domina
su caminata por la primavera,

y se diluyen todos los pesares
que pueblan su cabeza…
disfruta cada paso hacia la cima
como a cámara lenta,

deseando llegar, pero temiendo
encontrarla desierta…
…o algún cañón furtivo.
como la tarde aquella…

(bajo el arrullo de los altos pinos
soltó los lazos de mi cabellera,
y bailamos un vals a los acordes
de la brisa lunera,
embriagados del mal de las alturas…)

en la breve pradera
palpitaba su piel bajo sus manos;
y la melancolía de su ausencia.


Pedro Bernal
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Pequeños milagros cotidianos


Tantos años siendo la medicina
y el bálsamo –la costumbre y el frasco
de la esencia que cura cualquier fiasco
o sinrazón- te hizo luz matutina
indispensable a mi lado, espina
sacada y roca frente al peñasco
donde me agarro sin dudar. Chubasco
de amor: ser sólo amor, sin la mezquina
manía de comparar ni coser
etiquetas ni facturar. O ser
media naranja no como una estrella
gemela, antes bien como una lámpara
única irrepetible. Tú: mi cámara
en que el tiempo y dolor no dejan huella.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Actividades

Espina que te clavas
tan de repente…
y ves blancas estrellas
aunque sea de día.

¿Quién te mandó
el irte de acampada,
escalar altos peñascos
sin llevarte un guía?.

Cambia de actividad,
cámara en ristre
busca por esas calles
hacer fotografías…

O intentarás coser
para esa fea ventana,
unas cortinas alegres
que sean decorativas.


Carmen Barrios Rull
Madrid, España


❆ ❆ ❆



En las cumbres

En las cumbres
de un peñasco
se esconde un murciélago
de ojos oscuros
en un árbol donde
entre sus ramas cose
con la ayuda de una araña
su casa
durmiendo sobre la lluvia.

Pero con sus alas
las cristaliza
en hilos de cristal
formando una estrella
donde quedan
como hilos
de espinas.

Que una cámara
da luz
para quedar
su creación
fotográfica.


Martha del Pilar
Colombiana en Italia

Cuentos cortos para chiquillos


❆ ❆ ❆



BUSCANDO ESTRELLAS

Buscando estrellas me encontré con espinas
Cosiendo historias tropecé con peñascos
No era mi percepción o si lo era?
Para captar la realidad utilicé la cámara
¿Es la realidad lo que refleja?
Un momento captado, pero al siguiente
Momento ya es distinto, porque la vida
Es un continuo movimiento
Y la escena en positivo congela
Lo que fluye como un río que en un segundo
Es otro.
Vemos la luz que nos llega ahora
De estrellas que tal vez ya no existen.
Vemos peñascos que se los salta hasta una rana
Y molinos, creyendo que eran gigantes.
Las espinas no están para pincharnos
Las espinas protegen a las rosas.


Jose Mª Saro y Bernaldo de Quirós
Majadahonda, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Solo una espina quedó a sus pies.
Sintió vergüenza de clavarse en su frente
junto a las otras,
lanzadas con la lengua de la calumnia.
Humilde, ayudó a coser en su pecho
la única compañera
de sus últimos días y noches.
Una estrella, que lo obligó a pensarse distinto,
a construirse distante.
Tatuaje de sangre pintado de rosa
en la cámara de gas,
como los peñascos vistos
en su infancia.


Mariana Centurión de la Cueva
Cd. de México, México


❆ ❆ ❆



Cóseme con la espina
de tu olor a limones,
cóseme con tu azul
de estameña y bramante.
Cóseme a las estrellas
con colores de aire
enhebrados de oro,
tapizaré tu espalda
de brocado y de seda.
Cóseme a los peñascos
con besos de naranjas
y manzanas de azúcar,
y súbeme a las cámaras
donde reposa el trigo
y el aceite descansa
con sal y con tinajas.
Cóseme a tu lindero
a la orilla del agua,
bórdame con tu boca
de pájaros y flores
y limones y versos,
déjame que me cosa
y me descosa luego.
Cóseme con la espina
de tu piel de limones
al suelo de las cámaras
del aceite y la harina
y descóseme a ciegas,
cuando duerman las jaras.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Poeta maldita

Me creo poeta maldita,
enterrada en un pozo de rosas
y atravesada por cada una de sus espinas.
Desnudándome frente a una cámara,
rindiéndole tributo a los poetas muertos
y prostituyendo cada uno de mis versos.
Me creo poeta maldita,
cosiendo el cielo con hilos de sueños
y enhebrando estrellas en agujas de cuentos.
Parándome en el filo de los mas altos peñascos,
gritándole sin aire a una inexistente musa
y llorando sin lagrimas sobre viejos sonetos.
Me creo poeta maldita,
intentando juntar versos
para crear poesía.


Maricel Fernandez
Santiago, Chile


❆ ❆ ❆



Otra vez tú,
besando tristemente la febril penumbra
viviendo encerrado en una gota de tormenta.

Ya no hiere la espina de la disculpa
bisutería cosida a una boca sin brisa.
No hieren las flechas esquivas de la memoria
solo hay dolor en la venda que cubre los ojos de las estrellas.

Renuncias a lo más tuyo
con esa pena de abandonar lo que se ama
la ávida lengua que alumbra la cama.

Sin anillos, sin orgasmos, sin poemas
tu sangre se derrama por el escenario yermo de los peñascos.
Ya no habrá representaciones de cuerpos blancos
mas retumbarán en tus sueños como ecos
de un soberbio anfiteatro clausurado.

Viste y no creíste.
Y el ojo de dios se cerró
como el objetivo de una cámara.

Tu piel no renacerá
en el milagro de la temblorosa hierba.
Nadie capturará ese instante, inefable;
un millón de años encapsulado en el alma.


Keka Conesa
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



viernes, 6 de mayo de 2016

Palabras prestadas #97

Os invitamos a conocer las nuevas palabras prestadas por la artista y poeta Claire Beynon. Tienen hasta el martes 17 de mayo, para hacer llegar vuestros poemas a la dirección: librodepalabrasprestadas@gmail.com

Antes de enviar tu poema por favor mira las bases en "¿Cómo participo?"



#96  Las Palabras son prestadas por Claire Beynon.


espina

cámara

peñasco

coser

estrella



www.clairebeynon.com
www.manyasonemao.com
www.tuesdaypoem.blogpost.co.nz
www.icelines.blogspot.co.nz
Nacida en Sudáfrica, Claire Beynon es artista, poeta e investigadora independiente. Vive actualmente en Dunedin, Nueva Zelanda. Completó su licenciatura en Bellas Artes de la Universidad de Natal, Pietermaritzburg en 1982 y tuvo su primera exposición en solitario en Johannesburg en 1985. Ha expuesto desde entonces tanto a nivel nacional como internacional.

Dos temporadas de investigación en la Antártida (2005 y 2008) le llevaron a un período de intensivo trabajo interdisciplinario y el establecimiento de colaboraciones con científicos, realizadores, músicos, educadores por la paz, y compañeros artistas y escritores de su país y por el mundo. Además de su trabajo en su estudio, Claire organiza talleres de Juego Creativo y es una ponente habitual en conferencias y otros eventos educativos y públicos.

Su primera colección de poesía Open Book – Poetry & Images fue publicada por Steele Roberts (NZ) en 2008. Su segunda colección ha sido un baile lento pero se está acercando a su final. Junto con la poeta neozelandesa Mary McCallum, Claire es co-fundadora de Tuesday PoemEl Poema de los martes— un colectivo internacional de poesía por internet. También es fundadora de MANY as ONE (MUCHOS como UNO), una iniciativa de las Artes y la Paz con el fin de compartir la creatividad como medio para disolver la distancia y las diferencias.



CADA PIEZA CAE

El reloj en la calle sin salida marca la hora.
Hemos paseado ampliamente, permitido la poesía
de otra manera; cadencia y jaleo,
el alzamiento del corazón sobre el conocido caos
de los temas. En la pared del ocaso,
pinturas en camino, lienzos acrobáticos
penden de cada palabra. Pies descalzos ceden
al agua negra. Más allá del marco, la vida es
un oficio de riesgo. Caja de sorpresa.
Ángel. Ladrón. Algunos días un mirlo
cómodo con la rima y el repique
de las cosas desconocidas. Como las señales
escritas en el polvo después del despegue de los buitres
o los huesos que lanza un chamán, signos que repiquetean
y se esparcen; cada pieza cae a la tierra
y al orden, toman su sitio
en la vasta cámara del corazón.



(Traducción por Charles Olsen de EACH PIECE FALLS de Claire Beynon, 2012.)



El viernes 20 de mayo 2016 publicaremos los poemas y una nueva selección de palabras.



El premio al mejor poema será el libro Hasta llegar aquí de Javier Bozalongo de la editorial Cuadernos del Vigía

¿Cuánto tiempo es posible vivir sin regresar,
pensando cada octubre
en una primavera repetida?
Las mentiras de siempre,
el frío irremediable,
el pan escaso y la lluvia abundante,
tus días, Buenos Aires,
aunque tú no lo sepas,
serán de nuevo mis días alegres.

Javier Bozalongo


JAVIER BOZALONGO (Tarragona, 1961)
Reside en Granada desde hace más de veinte años. En esta ciudad publicó sus primeros libros, Líquida nostalgia (2001) y Hasta llegar aquí (Cuadernos del Vigía, 2005). En 2007 obtuvo el Premio Surcos de Poesía por Viaje improbable (Renacimiento, 2008), y al año siguiente Visor publicó La casa a oscuras (Accésit del Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma).
Es asesor del Festival Internacional de Poesía de Granada desde su primera edición, en 2004. Coordina el Ciclo de Poesía en el Palacio que se celebra mensualmente en la ciudad y es Director de la Editorial de Poesía de Valparaíso Ediciones.


Más información sobre el libro en Cuadernos del Vigía




Poemas prestados #96

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Miguel Munárriz. Te animamos a que sigas participando en la nonagésima séptima edición que empieza el viernes 6 de mayo del año 2016.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Pedro Bernal quién recibirá el libro La Lengua o el espejo de Eliana Dukelsky (II Premio Internacional José Bergamín de Aforismos) de la editorial Cuadernos del Vigía





A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
palabra, ciudad, biblioteca, luz y cabreo.


❆ ❆ ❆



palabras


aurora, campo, semillero, valle.
brote, sequía, sementera, frío.
grama, pradera, pasto, senda; río.
aldea, pueblo, ciudadela; calle.

diáfano, camino, monte, agua.
uno; pareja; diferencia: lío.
coincidencias; ensamble; tiempo: trío.
lágrimas; risas; horizontes; fragua.

suma; propaga; crece; tren; amigo.
conciencia; ser; crear; abrir; postigo.
búsqueda, luz, canción; tejado; reo.

lucha; promesa; discusión; cabreo.
ocaso, decisión; hemeroteca…;
todas te aguardan en tu biblioteca.


Pedro Bernal
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Babel

Light paraula الخفيفة библиотека wutanfall
liburutegia cathrach cidade ξέσπασμα mot
истерику leabharlainn ספרייה urbo bibliothek
cabreig पुस्तकालय biblioteca crise koleratako
עירונית lumière مكتبة malamalama biblioteko
Sgòthan palabra bibliothèque birra गुस्से का
tantrum प्रकाश capricci 図書館 biblioteca
faletusi शब्द hitza library かんしゃくbhaile
βιβλιοθήκη ciutat शहर éadrom lumo 光
parola 市立 Stadt слово hiria كلمة מילת
llum المدينة focal ville argi λέξη aai
biblioteca نوبة غضب πόλης luce
upu luz city Wort 語 свет זעם
Licht אור città φως प्रकाश
город 书馆 vorto 脾气
आवेश facal 发光
word…
y
me
cabreo
al saber que
por mucha luz
que caiga sobre mi ciudad
nunca habrá palabras suficientes
con las que entender toda esta biblioteca.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



SEIS PALABRAS


Seis palabras me han bastado para hallar
la palabra que podría definir
y alumbrar con su fonética el concepto
ira,indignación,melancolía,irritación
mosqueo e impotencia.

Pero son muy suaves, necesito mucha luz
con-sonantes que sonaran al oído
com truenos que retumban con mi voz
como un eco fulminante en la ciudad
escapando del silencio a toda prisa
de los libros dormidos sin abrir
que reposan en la biblioteca
y que grite como un ruido que ensordece
y que revienta de temor: ¡¡CABREO!!


Jose María Saro y Bernaldo de Quirós
Majadahonda, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Se me agria la voz,
mientras dejo mi poso
en la ciudad, que cansina
y a veces cabreada,
me ahoga las palabras
que en tromba salen, tibias
por mi boca, y se posan errantes
bajo la luz difusa
que difumina y vela
la calle empedrada
de temor y de miedo.
Luego, llego a mi casa,
preparo una cena, frugal,
escarmentada
y con tiento, paseo mi despecho
por los lomos muy quietos
de los libros, callados,
que están dentro de la muralla
del anaquel seguro
que tienen en la biblioteca
su morada.
Y me vuelve la voz,
retomo el dulce aliento
llegando hasta mi pecho
la luz y el deseo
que todo, se quede quieto
no lo turbe ni un suspiro,
nada, cortando, hasta el aliento.


María Toca
Santander, España

www.escrivivo.es


❆ ❆ ❆



Poesía de pan y luna

Un atardecer la noche desea jugar
la luz ya ni ilumina ni entiende nada
Un rápido instante detiene la ciudad
y deja la hilandera de reír y cantar

El mago hace de la palabra mancha
y en un lugar de la mancha su verso
El hombre se siente bobo y pequeño
y crea un dios en su biblioteca ancha

La marea retrae la espuma de la ola
en el horizonte la luna siente cabreo
Llora la pastora sobre el negro pasto
brillan ovillos con ideas de pura lana

Poesía pan de ese instante alimento
se fue y nadie sabe cuando y cuanto


Julio Alcalá
Castellón, España

El blog de don Julio


❆ ❆ ❆



El poder de la Palabra

En la biblioteca
el lector
acariciando
el libro
toma asiento
dispuesto
a sumergirse
en su lectura.

Abre el volumen
éste
desvelado
de su letargo
desprende
efluvios
de encierro
que invaden
la pituitaria
del lector.

La luz fluorescente
baña
las palabras
que paso a paso
penetran
en su mente.

El nivel
de abstracción
le permite ignorar
ecos de cabreo
que llegan
de la ciudad.


Carmen Lafuente
Madrid, España


❆ ❆ ❆



MANIFIESTO ONÍRICO

Soñé con una ciudad habitada por las palabras
en su más puro y alegórico sentido.

Vallas publicitarias anunciando en verso,
la fugacidad del tiempo,
la urgencia de construir,
el compromiso de entenderse.

Eran sus calles bibliotecas vivas,
libros andantes de oralidad sembrados,
una ciudad rendida a un milenio de las luces,
rebelde y cabreada con tanta podredumbre
de criterio propio,
de opinión castrada.

Soñé con una ciudad despierta y decidida,
limpia de legañas,
labrando con palabras, libremente,
sus caminos.


Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España


❆ ❆ ❆



Aforismo

Cabreo: esa palabra malsonante, enfurecida por la luz de todas las bibliotecas y diccionarios que abarrotan las ciudades.


Pilar Gorricho
Logroño, La Rioja, España


❆ ❆ ❆



ALZHEIMER II


Intentas penetrar al refugio
donde se apilan palabras que necesitas.
Bajo el umbral de la biblioteca,
tu cuerpo duda.
Los ojos ven sin luz aquel espacio.
Parece una ciudad ajena.
A tu mente condenada, la irrumpe un cabreo.

Das vuelta,
regresas vacío.


Mariana Centurión de la Cueva
Cd de México, México


❆ ❆ ❆



Falló el espectáculo


La ciudad se estresa pronto
por un exceso de luz
que en programarlo fallaron
esos que visten de azul.

Cuadrillas de funcionarios
cogieron un buen cabreo
al caerse al escenario
los cohetes de un fogueo.

Iban a representar:
“La biblioteca ambulante”
y la escena se quedó
en palabras malsonantes.


Carmen Barrios Rull
Madrid, España


❆ ❆ ❆



PACIBILIUZCA


Como ciudades viven
las palabras en las bibliotecas,
esperando que alguien las recorra
-callejero en mano- hasta perderse
en Pacibiluzca, la ciudad perdida
del pensamiento hecho realidad,
de las urbanizaciones imposibles
y de las grandes ideas.

El cabreo de las palabras
se descubre al pronunciarlas,
al deshuesarlas como aceitunas
en la boca. Cuando unos labios son
capaces de exprimir la luz de sus letras
y construir con ellas faroles de papel
que iluminan en la noche más oscura
mientras nos habitan con su sonido
de mantra hipnótico y salvaje
que es en lo que se convierte cada sílaba
al ahogarse en nuestra lengua.


Custodio Tejada Cruz
Guadix, España

custodiotejada.blogspot.com


❆ ❆ ❆



¿Por vivir en la gran ciudad
debo pagar el tributo
de coartar mi libertad?.


Quiero poder elegir,
e incluso, poder exigir
un modelo que consiga
mi aprecio de calidad
de vida sana y en paz.

Quiero públicas Escuelas
que permitan al alumno/a
como tal, desarrollarse,
sea el nivel que posea
digno de alcanzar la meta
deseada por cualquiera,
ya sea intelectual,
manual ó profesional,
ampliar capacidades
que le hagan situarse,
superarse e integrarse
plenamente en su ciudad,
sin discriminación ni "clases".
Quiero maestros docentes,
alumnos bien responsables,
bibliotecas siempre abiertas,
donde leer, sea entender,
saber y bien comprender
para preparar la vida
útil, factible y bien plena
de desarrollo e interés,
y a nivel universal.

Y, cuando surja en Las Cortes
un debate nacional,
gracias a palabras cultas,
poder defender derechos
y convirtamos la vida
en agradable armonía.
Que el hemiciclo se exprese
con bastante claridad,
luz y taquígrafos, sí,
palabras sin doble rasero,
y, para evitar "pataleos",
cual si en lugar de personas
fuimos como cabestros,
sin tener que recurrir
constantemente al "cabreo",
portémonos seriamente,
como corresponde al pueblo
que ha elegido libremente,
y que pretende vivir
siguiendo el camino recto…


Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España


❆ ❆ ❆



No escogí mi derrota
y llegó sin anuncios.
Cuando la tristeza
da permiso al cabreo
y, despacio, aparece
la vieja Vencedora
de todas las batallas
comiéndose la luz
a dentelladas,
aún crees que has ganado
sólo por esta vez.
Pero de nuevo mientes
a la ciudad insomne
tan vencida y tan frágil
como tus propios ojos.
No hay palabras amables
bajo las que esconderse
ni todo está en los libros,
mas lo aprendí muy tarde.
No escogí mi derrota,
pero llegó el momento.
Y ahora, ya sin armas,
busco en la biblioteca
de mi torpe memoria
-infinitos estantes
de lomos macilentos-
el tomo que me explique
cómo salgo de aquí
sin brújula, sin luz,
y con la Vencedora
respirando su frío
al fondo de mis huesos.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Susurro

Escucho el susurro de las palabras,
Cual amante ebrio de deseo me veo dirigido a su llamado.
La suave voz de un alma inexistente.
Desesperado busco su origen entre la inmensa ciudad,
Calles abarrotadas de gente ignorantes a mí dolor.
Cabreado corro sin dirección alguna,
Guiado solo por una tenue luz que no alcanza a iluminar mi camino.
En mi desesperanza grito cual niño asustado.
La gente no se detiene.
Mas el susurro se vuelve en palabras de mundos olvidados,
Invadiendo mi mente y arrastrando mi alma a un único lugar.
Abro las puertas del paraíso prometido,
Miles de conciencias grabadas con tinta observándome sin pestañear.
La biblioteca iluminada por el saber de generaciones que perecieron hace siglos.
Mi alma canta ante el verdadero éxtasis
No puede existir mayor placer,
Que un buen libro.


Maricel Fernández
Santiago, Chile


❆ ❆ ❆



La noche larga

La biblioteca está en silencio
el día terminó
se apagó la luz
y los libros hablan
ríen entre si
intercambian voces
la palabra circula
¡libertad!
no cesa la algarabía
desparraman sueños
señalan dudas
alcanzan acuerdos
acomodan guerras
se ofenden
lloran
horas y horas entre muerte y risas
la ciudad despierta
amanece viernes
transeúntes cabreados
caminando injusticias


Irene Costa
Mar del Plata, Argentina


❆ ❆ ❆



Me gustaría explicar por qué mi cuerpo se detuvo en el suyo.
Diseccionar las emociones a lomos del tiempo
y liberar el segmento de extremas miradas.

Aún sangro
pero no he llegado hasta aquí
para tomar precauciones.

Mi cuerpo se detuvo en el suyo
porque su boca tapó el cartel
de propiedades en venta
y sacó uno a uno
los demonios de mi despensa.

Cuando me miraba
había una niña que se salvaba
una palabra que se fugaba y se casaba
una ciudad que aliñaba los cabreos con melaza.

Es porque sus manos
recogían mi corazón de las aceras
lo vestían de luz y le cantaban poemas.
Es porque jugó a ciegas
entre los estantes de la biblioteca
hasta encontrar mi risa olvidada.

Cuando me besaba
el Universo era la única cuesta de su espalda
dos lenguas desmayadas en una llama
la historia del mundo sin manzana.

Cuando me tocaba
la sangre era un rebaño de campanas
los soldados desenfundaban su munición de palabras
y el único cuerpo a cuerpo mortal
era el de su ombligo desafiando al mío.

Es porque entre sus piernas
tiré ropas y pena
y viajé libre y con lágrimas
al centro inmóvil de la ternura.

Aún sangro
pero no he llegado hasta aquí
para cerrar la herida.
La golpeo cada día
para conservar la huella de su paso.


Keka Conesa
Sevilla, España


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Hubo azules en las playas de los niños


Hubo azules en las playas de los niños
que siempre serían parcos al susurro de los ríos.
Desde entonces, ha pesado ya el vacío del silencio
en mis conchas sin rumores escondidos –azules ecos
marinos que en mi estío nunca han sido-.
Habían pisado arenas con mareas de ilusiones
aquellos ojos de niños con la espuma por sus bríos.

Después, velero que fuiste de todos los mares de Azov,
arribaste a mi interior.
Me gusta la palabra que me acerca hasta tu boca –seca-,
como una ciudad de nieve que hubiera perdido
el pergamino de los copos; como una ciudad diamante
que difiera de la luz que sueñen sus cristales.

Me gusta sentir tu boca con tus palabras de miel y albahaca,
de apenas dulce cabreo, que en sus ardores me atrapa.
Me gusta sentirla clara, como una ciudad de plata
que aún mantuviera sus bibliotecas de alpaca,
allí donde encuentre signos que me distingan
azules o blancas las vacuas espumas varadas.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro, Burgos, España

vicentejavier-f.blogspot.com


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