viernes, 6 de mayo de 2016

Poemas prestados #96

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Miguel Munárriz. Te animamos a que sigas participando en la nonagésima séptima edición que empieza el viernes 6 de mayo del año 2016.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Pedro Bernal quién recibirá el libro La Lengua o el espejo de Eliana Dukelsky (II Premio Internacional José Bergamín de Aforismos) de la editorial Cuadernos del Vigía





A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
palabra, ciudad, biblioteca, luz y cabreo.


❆ ❆ ❆



palabras


aurora, campo, semillero, valle.
brote, sequía, sementera, frío.
grama, pradera, pasto, senda; río.
aldea, pueblo, ciudadela; calle.

diáfano, camino, monte, agua.
uno; pareja; diferencia: lío.
coincidencias; ensamble; tiempo: trío.
lágrimas; risas; horizontes; fragua.

suma; propaga; crece; tren; amigo.
conciencia; ser; crear; abrir; postigo.
búsqueda, luz, canción; tejado; reo.

lucha; promesa; discusión; cabreo.
ocaso, decisión; hemeroteca…;
todas te aguardan en tu biblioteca.


Pedro Bernal
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Babel

Light paraula الخفيفة библиотека wutanfall
liburutegia cathrach cidade ξέσπασμα mot
истерику leabharlainn ספרייה urbo bibliothek
cabreig पुस्तकालय biblioteca crise koleratako
עירונית lumière مكتبة malamalama biblioteko
Sgòthan palabra bibliothèque birra गुस्से का
tantrum प्रकाश capricci 図書館 biblioteca
faletusi शब्द hitza library かんしゃくbhaile
βιβλιοθήκη ciutat शहर éadrom lumo 光
parola 市立 Stadt слово hiria كلمة מילת
llum المدينة focal ville argi λέξη aai
biblioteca نوبة غضب πόλης luce
upu luz city Wort 語 свет זעם
Licht אור città φως प्रकाश
город 书馆 vorto 脾气
आवेश facal 发光
word…
y
me
cabreo
al saber que
por mucha luz
que caiga sobre mi ciudad
nunca habrá palabras suficientes
con las que entender toda esta biblioteca.


Gabriel Merino
Madrid, España


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SEIS PALABRAS


Seis palabras me han bastado para hallar
la palabra que podría definir
y alumbrar con su fonética el concepto
ira,indignación,melancolía,irritación
mosqueo e impotencia.

Pero son muy suaves, necesito mucha luz
con-sonantes que sonaran al oído
com truenos que retumban con mi voz
como un eco fulminante en la ciudad
escapando del silencio a toda prisa
de los libros dormidos sin abrir
que reposan en la biblioteca
y que grite como un ruido que ensordece
y que revienta de temor: ¡¡CABREO!!


Jose María Saro y Bernaldo de Quirós
Majadahonda, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Se me agria la voz,
mientras dejo mi poso
en la ciudad, que cansina
y a veces cabreada,
me ahoga las palabras
que en tromba salen, tibias
por mi boca, y se posan errantes
bajo la luz difusa
que difumina y vela
la calle empedrada
de temor y de miedo.
Luego, llego a mi casa,
preparo una cena, frugal,
escarmentada
y con tiento, paseo mi despecho
por los lomos muy quietos
de los libros, callados,
que están dentro de la muralla
del anaquel seguro
que tienen en la biblioteca
su morada.
Y me vuelve la voz,
retomo el dulce aliento
llegando hasta mi pecho
la luz y el deseo
que todo, se quede quieto
no lo turbe ni un suspiro,
nada, cortando, hasta el aliento.


María Toca
Santander, España

www.escrivivo.es


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Poesía de pan y luna

Un atardecer la noche desea jugar
la luz ya ni ilumina ni entiende nada
Un rápido instante detiene la ciudad
y deja la hilandera de reír y cantar

El mago hace de la palabra mancha
y en un lugar de la mancha su verso
El hombre se siente bobo y pequeño
y crea un dios en su biblioteca ancha

La marea retrae la espuma de la ola
en el horizonte la luna siente cabreo
Llora la pastora sobre el negro pasto
brillan ovillos con ideas de pura lana

Poesía pan de ese instante alimento
se fue y nadie sabe cuando y cuanto


Julio Alcalá
Castellón, España

El blog de don Julio


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El poder de la Palabra

En la biblioteca
el lector
acariciando
el libro
toma asiento
dispuesto
a sumergirse
en su lectura.

Abre el volumen
éste
desvelado
de su letargo
desprende
efluvios
de encierro
que invaden
la pituitaria
del lector.

La luz fluorescente
baña
las palabras
que paso a paso
penetran
en su mente.

El nivel
de abstracción
le permite ignorar
ecos de cabreo
que llegan
de la ciudad.


Carmen Lafuente
Madrid, España


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MANIFIESTO ONÍRICO

Soñé con una ciudad habitada por las palabras
en su más puro y alegórico sentido.

Vallas publicitarias anunciando en verso,
la fugacidad del tiempo,
la urgencia de construir,
el compromiso de entenderse.

Eran sus calles bibliotecas vivas,
libros andantes de oralidad sembrados,
una ciudad rendida a un milenio de las luces,
rebelde y cabreada con tanta podredumbre
de criterio propio,
de opinión castrada.

Soñé con una ciudad despierta y decidida,
limpia de legañas,
labrando con palabras, libremente,
sus caminos.


Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España


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Aforismo

Cabreo: esa palabra malsonante, enfurecida por la luz de todas las bibliotecas y diccionarios que abarrotan las ciudades.


Pilar Gorricho
Logroño, La Rioja, España


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ALZHEIMER II


Intentas penetrar al refugio
donde se apilan palabras que necesitas.
Bajo el umbral de la biblioteca,
tu cuerpo duda.
Los ojos ven sin luz aquel espacio.
Parece una ciudad ajena.
A tu mente condenada, la irrumpe un cabreo.

Das vuelta,
regresas vacío.


Mariana Centurión de la Cueva
Cd de México, México


❆ ❆ ❆



Falló el espectáculo


La ciudad se estresa pronto
por un exceso de luz
que en programarlo fallaron
esos que visten de azul.

Cuadrillas de funcionarios
cogieron un buen cabreo
al caerse al escenario
los cohetes de un fogueo.

Iban a representar:
“La biblioteca ambulante”
y la escena se quedó
en palabras malsonantes.


Carmen Barrios Rull
Madrid, España


❆ ❆ ❆



PACIBILIUZCA


Como ciudades viven
las palabras en las bibliotecas,
esperando que alguien las recorra
-callejero en mano- hasta perderse
en Pacibiluzca, la ciudad perdida
del pensamiento hecho realidad,
de las urbanizaciones imposibles
y de las grandes ideas.

El cabreo de las palabras
se descubre al pronunciarlas,
al deshuesarlas como aceitunas
en la boca. Cuando unos labios son
capaces de exprimir la luz de sus letras
y construir con ellas faroles de papel
que iluminan en la noche más oscura
mientras nos habitan con su sonido
de mantra hipnótico y salvaje
que es en lo que se convierte cada sílaba
al ahogarse en nuestra lengua.


Custodio Tejada Cruz
Guadix, España

custodiotejada.blogspot.com


❆ ❆ ❆



¿Por vivir en la gran ciudad
debo pagar el tributo
de coartar mi libertad?.


Quiero poder elegir,
e incluso, poder exigir
un modelo que consiga
mi aprecio de calidad
de vida sana y en paz.

Quiero públicas Escuelas
que permitan al alumno/a
como tal, desarrollarse,
sea el nivel que posea
digno de alcanzar la meta
deseada por cualquiera,
ya sea intelectual,
manual ó profesional,
ampliar capacidades
que le hagan situarse,
superarse e integrarse
plenamente en su ciudad,
sin discriminación ni "clases".
Quiero maestros docentes,
alumnos bien responsables,
bibliotecas siempre abiertas,
donde leer, sea entender,
saber y bien comprender
para preparar la vida
útil, factible y bien plena
de desarrollo e interés,
y a nivel universal.

Y, cuando surja en Las Cortes
un debate nacional,
gracias a palabras cultas,
poder defender derechos
y convirtamos la vida
en agradable armonía.
Que el hemiciclo se exprese
con bastante claridad,
luz y taquígrafos, sí,
palabras sin doble rasero,
y, para evitar "pataleos",
cual si en lugar de personas
fuimos como cabestros,
sin tener que recurrir
constantemente al "cabreo",
portémonos seriamente,
como corresponde al pueblo
que ha elegido libremente,
y que pretende vivir
siguiendo el camino recto…


Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España


❆ ❆ ❆



No escogí mi derrota
y llegó sin anuncios.
Cuando la tristeza
da permiso al cabreo
y, despacio, aparece
la vieja Vencedora
de todas las batallas
comiéndose la luz
a dentelladas,
aún crees que has ganado
sólo por esta vez.
Pero de nuevo mientes
a la ciudad insomne
tan vencida y tan frágil
como tus propios ojos.
No hay palabras amables
bajo las que esconderse
ni todo está en los libros,
mas lo aprendí muy tarde.
No escogí mi derrota,
pero llegó el momento.
Y ahora, ya sin armas,
busco en la biblioteca
de mi torpe memoria
-infinitos estantes
de lomos macilentos-
el tomo que me explique
cómo salgo de aquí
sin brújula, sin luz,
y con la Vencedora
respirando su frío
al fondo de mis huesos.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Susurro

Escucho el susurro de las palabras,
Cual amante ebrio de deseo me veo dirigido a su llamado.
La suave voz de un alma inexistente.
Desesperado busco su origen entre la inmensa ciudad,
Calles abarrotadas de gente ignorantes a mí dolor.
Cabreado corro sin dirección alguna,
Guiado solo por una tenue luz que no alcanza a iluminar mi camino.
En mi desesperanza grito cual niño asustado.
La gente no se detiene.
Mas el susurro se vuelve en palabras de mundos olvidados,
Invadiendo mi mente y arrastrando mi alma a un único lugar.
Abro las puertas del paraíso prometido,
Miles de conciencias grabadas con tinta observándome sin pestañear.
La biblioteca iluminada por el saber de generaciones que perecieron hace siglos.
Mi alma canta ante el verdadero éxtasis
No puede existir mayor placer,
Que un buen libro.


Maricel Fernández
Santiago, Chile


❆ ❆ ❆



La noche larga

La biblioteca está en silencio
el día terminó
se apagó la luz
y los libros hablan
ríen entre si
intercambian voces
la palabra circula
¡libertad!
no cesa la algarabía
desparraman sueños
señalan dudas
alcanzan acuerdos
acomodan guerras
se ofenden
lloran
horas y horas entre muerte y risas
la ciudad despierta
amanece viernes
transeúntes cabreados
caminando injusticias


Irene Costa
Mar del Plata, Argentina


❆ ❆ ❆



Me gustaría explicar por qué mi cuerpo se detuvo en el suyo.
Diseccionar las emociones a lomos del tiempo
y liberar el segmento de extremas miradas.

Aún sangro
pero no he llegado hasta aquí
para tomar precauciones.

Mi cuerpo se detuvo en el suyo
porque su boca tapó el cartel
de propiedades en venta
y sacó uno a uno
los demonios de mi despensa.

Cuando me miraba
había una niña que se salvaba
una palabra que se fugaba y se casaba
una ciudad que aliñaba los cabreos con melaza.

Es porque sus manos
recogían mi corazón de las aceras
lo vestían de luz y le cantaban poemas.
Es porque jugó a ciegas
entre los estantes de la biblioteca
hasta encontrar mi risa olvidada.

Cuando me besaba
el Universo era la única cuesta de su espalda
dos lenguas desmayadas en una llama
la historia del mundo sin manzana.

Cuando me tocaba
la sangre era un rebaño de campanas
los soldados desenfundaban su munición de palabras
y el único cuerpo a cuerpo mortal
era el de su ombligo desafiando al mío.

Es porque entre sus piernas
tiré ropas y pena
y viajé libre y con lágrimas
al centro inmóvil de la ternura.

Aún sangro
pero no he llegado hasta aquí
para cerrar la herida.
La golpeo cada día
para conservar la huella de su paso.


Keka Conesa
Sevilla, España


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Hubo azules en las playas de los niños


Hubo azules en las playas de los niños
que siempre serían parcos al susurro de los ríos.
Desde entonces, ha pesado ya el vacío del silencio
en mis conchas sin rumores escondidos –azules ecos
marinos que en mi estío nunca han sido-.
Habían pisado arenas con mareas de ilusiones
aquellos ojos de niños con la espuma por sus bríos.

Después, velero que fuiste de todos los mares de Azov,
arribaste a mi interior.
Me gusta la palabra que me acerca hasta tu boca –seca-,
como una ciudad de nieve que hubiera perdido
el pergamino de los copos; como una ciudad diamante
que difiera de la luz que sueñen sus cristales.

Me gusta sentir tu boca con tus palabras de miel y albahaca,
de apenas dulce cabreo, que en sus ardores me atrapa.
Me gusta sentirla clara, como una ciudad de plata
que aún mantuviera sus bibliotecas de alpaca,
allí donde encuentre signos que me distingan
azules o blancas las vacuas espumas varadas.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro, Burgos, España

vicentejavier-f.blogspot.com


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