viernes, 23 de diciembre de 2016

Palabras prestadas #108

Os invitamos a conocer las nuevas palabras prestadas por David Gutiérrez. Por motivo de las fiestas navideñas tienen hasta el martes 10 de enero, 2017, para hacer llegar vuestros poemas a la dirección: librodepalabrasprestadas@gmail.com

Antes de enviar tu poema por favor mira las bases en "¿Cómo participo?"



#108  Las Palabras son prestadas por David Gutiérrez durante el programa Poetas en el Aire de Radio Vallekas con Sebastián Galán:


*Nota: si por algún motivo no puedes oír
las palabras están al pie de la entrada.


David Gutiérrez nace en Madrid en 1.964 y es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de esta ciudad y se dedica al mundo de la empresa. Desde su época universitaria escribe poemas y relatos cortos, actividad que ha seguido ejercitando durante años en su blog de internet y en la plataforma literaria Netwriters. Perteneciente a la Asociación Escritores en Red (EnR) ha publicado parte de su obra en diversas revistas y antologías. Como autor, ha publicado los libros Poemas en la maleta (2007) y Círculos que duermen (2011). Ferdinand Bancuver (2014) fue su primera obra de narrativa publicada. Una novela en forma de diario en la que David mezcla todos los géneros y nos lleva a la realidad de un mundo donde los sucesos se apoyan también en la ficción y los hechos, irónicos y divertidos a veces, confluyen con los pensamientos y reflexiones más profundas.

El pasado mes de abril (2016) se presentó su segunda obra en prosa, un libro de relatos cortos llamado Habitantes donde el lector puede adentrarse en un universo de situaciones y personajes donde se trasluce siempre una visión peculiar y cotidiana. Con las formas y tiempos verbales que van cambiando en cada texto, con sus continuos guiños a la poesía y con el recurso de lo onírico como arma para viajar lejos, este libro nos lleva a lugares distintos de los que visitamos habitualmente para, sin embargo, terminar percibiéndolos como ineludiblemente propios.

www.davidgutierrez.org



El viernes 13 de enero 2017 publicaremos los poemas y una nueva selección de palabras.



El premio al mejor poema será el libro Proyecto Escritorio, Jesús Ortega (ed.) de la editorial Cuadernos del Vigía

¿Cómo son los espacios donde escriben los escritores que admiramos? ¿Necesitan anclarse a un determinado lugar o sus escritorios son mentales, simbólicos, portátiles? ¿Qué muestran y qué esconden? ¿Y si les pidiéramos que se desnudaran y que ellos mismos nos enviaran una fotografía de su lugar más íntimo y más secreto, el lugar donde escriben?
Proyecto Escritorio es un libro singular en el panorama editorial de nuestro país. Una aproximación a las condiciones materiales y espirituales necesarias para la escritura: la distribución de los elementos del taller, la importancia dada al paisaje, o bien la relación entre disposición anímica y espacio físico, rituales, fetiches, orden o caos, ruido o silencio, penumbra o luz.
Este libro reúne imágenes y reflexiones a propósito de los espacios de escritura de setenta y siete destacados autores contemporáneos en lengua española. Algunos de los mejores narradores, poetas, ensayistas y dramaturgos actuales participan en el proyecto con un breve texto y una fotografía. El resultado es tan riguroso como espectacular.


Más información sobre el libro en Cuadernos del Vigía




*(vida, muerte, dios, barracuda y aire.)

Poemas prestados #107

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Lara López. Te animamos a que sigas participando en la centésima octava edición que empieza el viernes 23 de diciembre del año 2016.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Marilyn Lavado quién recibirá el libro Acerca de un posible testamento de Leopoldo María Panero de la editorial Huerga y Fierro




A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
extravío, alzapúa, añagaza, calzoncillos y gorgojo.


❆ ❆ ❆



Ama de caza

La piyama me queda muy grande y cada dos minutos levanto el pantalón que ya toca el suelo.
Hoy no quiero bañarme, hoy no quiero peinarme, hoy no quiero…
Es mediodía, me dice el sol que se asoma por la ventana de mi estrecha cocina.
Y aún sigo de pie sosteniendo en una de las palmas de mis manos un puñado de arroz.
Donde mi mirada descansa y se extravía. De pronto entre los cientos de granos se asoma un solitario gorgojo.
Y los dos jugamos el juego de atrapar y esconderse, de salvarse o morir,
Los dos no pertenecemos al lugar que habitamos.
Planeo malévolamente mi siguiente añagaza para capturarlo y aplastar su pequeña existencia.
No tiene muchos lugares para esconderse. Acorralado en la palma de mi mano está.
El sonido de un disco de vinilo, con lecciones de alzapúa, acompaña esta danza banal.
La ansiedad por sentirlo entre mis dedos me desborda y decido capturar de una vez su diminuto ser.
Hoy seré yo la que aplaste una vida.
De pronto, la alarma de la lavadora me avisa que los calzoncillos de Gerardo están limpios.
De pronto, la alarma de la lavadora me recuerda que hoy seguimos la misma rutina que ayer.
Devuelvo el puñado de arroz a la bolsa
Y continúo de pie con una piyama que me queda grande.


Marilyn Lavado
Lima, Perú


❆ ❆ ❆



Alzapúa en tu pelo…

        (Añagaza de la memoria
         que quiere anular
         el extravío de tu cuerpo,
         renovar la pasión muerta)


El deseo inconcluso
desciende como gorgojo
por el pecho
hasta morir en la solitaria cárcel
                                         del calzoncillo.


Dudu Fdez
Villamuriel de Cerrato, Palencia, España


❆ ❆ ❆



Igual que un aviador que pilotara insomne las montañas nocturnas
existe una mujer en senectud olvidando el recuerdo de su cuerpo

El gorgojo la larva el insecto de plata del propio nacimiento
La añagaza constante de quien piensa en la luz
Los largos albañales de belleza infinita
La voz en alzapúa del transistor nuboso en el frío del invierno
O el calzoncillo cálido de la niñez en fiebre

Igual que el nadador en las aguas profundas carece de suelo firme
existe un caminante que desanda el sendero como quien recordara
las últimas palabras pronunciadas en el extravío roto que brota de su boca

Y al igual que tus manos sin raíces buscan el agua en mí
me abrazo en el calor de tu descanso
en la tibieza última del momento final
Durmiéndome durmiéndome durmiéndome


José Miguel Gómez Acosta
Granada, España

www.margenesarquitectura.com


❆ ❆ ❆



Extraviado

Extraviado esta mi
corazón
de coraza que es
sensible pero se
calma
pendiente en
equilibrio
sufre pero vive
pero lo añagazo
con encanto
seduciéndolo
mi cuerpo
vive
con las huella
alzapuas
que ahora siento
pero el gorgojo
sale para ser
humana.

Y con pantalones
entre calzoncillos
sale un móvil ser
que me da
mi coraza para
vivir
con el corazón
que palpita.


Martha del Pilar
Italia


❆ ❆ ❆



Éxtasis

Alabanza una simple añagaza
Miedo a la verdad
Me quiere
No me quiere
Un simple señuelo
Titulado con su nombre
Mírame
Extravío de mi bien estar
Acción o molestia.
Quererle besar
Quizás palabras robadas
Enamorarme
Tenerle
Su alzapúa me fascina
Ese toque de guitarra
Esa forma de mover las manos
Esa forma de tocarme
Hace que me despoje
De toda mi ropa
Desde la camiseta hasta los calzoncillos
Una simple caricia
Un mísero toque
Hace como mil gorgojos
se apoderen de mi cuerpo
Sólo tenme entre tus brazos
Ámame.


Israel Jubrias Cordero
Lardero, La Rioja, España


❆ ❆ ❆



Débito

En su extravío de rasgador
nunca pensó en practicar una alzapúa
sobre el botón adecuado del otro cuerpo.
Su añagaza era estar siempre encima
y descargar como la aviación armada
sin mirar.
Como el gorgojo: destruir al campo de la siembra,
ponerse los calzoncillos
y darse la vuelta a dormir
mirando para el otro lado.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



¡Qué poder tan grande tiene el viento!
que se cuela en la ventana
toca tu rostro nocturno
y se vuelve añagaza.

Las velas sueltan fantasmas,
a los techos y paredes.
Bajan hasta tu cama.

Tendido sobre las sombras
con tus cabellos dispersos
sientes la alzapúa de unos labios
sobre los tuyos abiertos.

El viento se va.
Te ha dejado despierto.
con el extravío del lugar
en el que ahora te encuentras.

Poco a poco identificas todo
la silla, el buró, los calzoncillos viejos
los gorgojos que se acercan
para hacerte compañía.


Mariana Centurión de la Cueva
Cd. de México, México


❆ ❆ ❆



Engaño

Sucumbió
a la añagaza
del
inmundo
gorgojo.

Le confió
todo,
le entregó
hasta el alma.

Ahora
en su extravío,
en calzoncillos,
deambula
perdido
en el pasillo.

Soliloquio,
balbuceo sinfín,
y por respuesta
la mano
a la espalda
desplazando
el pulgar
en alzapúa.


Carmen Lafuente
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Dabke

        Anea en la techumbre.

Jardines de la casa regalan al crepúsculo,
frente al Mediterráneo,
la tierra perfumada.

Lejos se baña el sol a ritmo de alzapúa,
pintando el horizonte de cúmulos dorados.

Peina la mar la brisa.

        Se acercan amenazas
        rasantes y violentas.

“–Haremos las maletas. Ligeras. Poca cosa.
Dinero. Algo de ropa de abrigo e interior…
El sol alumbra triste”.

        No hay sillas en el agua,
        y azota la tormenta.

Por campos imposibles cruzan hacia el exilio
hambrientos y desnudos.
Apenas un capote sobre los hombros llevan…

        No son bien recibidos…

La tierra prometida, cuna de libertades,
se cierra a cal y canto por miedos y prejuicios.
Espinos y cristales protegen su miseria.

Sollozos acompañan las pérdidas humanas
en medio de la noche.

Aumenta el extravío de los desamparados:
niños de pocos años; mayores abatidos…,
se desvanecen de la compañía
con quienes compartían senderos y gorgojos…

Las tripas se revelan: crujen de madrugada.
Mastican secas ramas; se tragan la saliva
tendiendo una añagaza a los retortijones.

        Se quejan, entre sueños,
        ronquidos y rateros,

de los gobiernos, de los generales,
interminables en sus discusiones
buscando el interés de lo importante:

como, quizá, la talla y veleidades
de lo que guardan en sus calzoncillos…


Pedro Bernal
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Si nadie recita, la poesía ríe.

El engaño sutil del verso
añagaza de las palabras
calzoncillos de suave felpa
que resguardan secretos tiernos

Uno recita y escuchan cuatro.

La poesía les trae al grupo
un pellizco de buen recuerdo
si rasguea el pulgar sus almas
la alzapúa del beso amado.

Otro recita y nadie escucha.

Instantánea final del acto
extravío de cinco locos.
Invitada quizás la envidia
a la tarde color gorgojo.

Nadie recita y la poesía, ríe.


Julio Alcalá
Castellón, España

Julio's Blog


❆ ❆ ❆



Se produjo el extravío,
no encontró el camino
y por no seguir la huella
que, conducirlo no supo,
a una sana conducta,
se perdió, sin más remedio,
no creció, disminuyendo
se convirtió, sin saberlo
en gorgojo, diminuto,
empleando artimañas
que no conducen a nada.

Pasó de niño a viejo,
quiso emplear añazaga
y atrapado se quedó
sin dar una nota alta.

Sin aprender a gozarla
la vida se le escapa,
sin apreciar almas puras
que conviven a su lado
que pudieran ayudarle
a tocar su alzapúa.

Sin ir a machamartillo
Le diría, con razones,
que se vista como hombre,
también con los calzoncillos.


Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Habías dejado tus últimos calzoncillos en un limbo,
en un lugar oculto entre el deseo de que viera tu perfil
semidesnudo y la alfombra que nos lleva hasta la cama.
Una auténtica añagaza por querer cumplir el reto
de trepar hasta el colchón que nos aguarda,
igual que un vil gorgojo que desee
succionarme las semillas de mi vientre.
Pues bien, voy a jugar contigo a un alzapúa
que te suba y que te baje la vibración de tu antojo.
Notarás el extravío del impulso
que te lleve nuevamente
a buscar tus calzoncillos.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro, Burgos, España

vicentejavier-f.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Un aleluya te arrojo
sobre el canto de un gorgojo.

Guitarreando en alzapúas
da el cantor sus capicúas

llegando para la cena
hasta un pueblo con verbena.

Allí se puso a entonar
cual pajarillo en almiar

mas parecía un graznío
aquel canto, ¡qué extravío!

Ni piedras que le lanzasen
callaban al kamikaze.

Una añagaza inventó
el muchacho Miguelón

para eliminar de golpe
los chiflidos de aquel torpe

y dejar de volver locos
al pueblo con sus sofocos.

"Como no se va a callar
hasta que logre zampar

le daremos la comida
y así se irá de estampida".

"¡Pero qué dices Miguel!
¿Dar de comer al cruel?"

"Vamos a darle ricino
mezclado con el tocino,

él no verá este truquillo
pero sí sus calzoncillos".


Dicho y hecho, ¡qué alboroto!
llevan tocino al maroto

que al terminar su pitanza
de tocino de crianza

sale corriendo cual alma
que ni el diablo da calma

en busca de unos matojos
donde aliviar el sonrojo.

Pues no hay canto p'al gorgojo
ni costura sin piojo.

Y aquí acabo el aleluya
con que al comenzar dí puya

a este cantar de Palabras
cinco Prestadas y atadas.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆



viernes, 9 de diciembre de 2016

Palabras prestadas #107

Os invitamos a conocer las nuevas palabras prestadas por la escritora y periodista Lara López. Tienen hasta el martes 20 de diciembre, para hacer llegar vuestros poemas a la dirección: librodepalabrasprestadas@gmail.com

Antes de enviar tu poema por favor mira las bases en "¿Cómo participo?"



#107  Las Palabras son prestadas por Lara López.


*Nota: si por algún motivo no puedes oír
las palabras están al pie de la entrada.


La escritora y periodista Lara López (@laralopezrne) dirige y presenta programas en RTVE desde hace tres décadas. En la actualidad, está al frente de Músicas Posibles, en Radio 3, emisora que dirigió entre 2008 y 2012, recibiendo la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes; y en Radio Nacional, en el programa de entrevistas He venido aquí a hablar de lo mío.

En TVE ha conducido programas legendarios como Los Conciertos de Radio 3, Carta Blanca o la revista cultural La Mandrágora.

En 2014 publicó la segunda edición de su primera novela, Óxido (Xordica Editorial), y la próxima primavera está prevista la aparición de su primer poemario en papelesmínimos.


El viernes 23 de diciembre 2016 publicaremos los poemas y una nueva selección de palabras.



El premio al mejor poema será el libro Acerca de un posible testamento de Leopoldo María Panero de la editorial Huerga y Fierro

Los textos que se reúnen aquí proceden en su mayor parte de escritos autógrafos de L. M. P. que no fueron recogidos en volumen. Hay, sin embargo, una breve colección de textos, agrupados hacia el final con títulos repetidos o muy semejantes (Prólogo, Prefacio, Presentación…), que se publicaron como pórtico de libros exclusivamente suyos o en colaboración, y que se incluyen para que pueda efectuarse una lectura conjunta y contrastada. En estos casos, se indica la procedencia.
En lo referente a los escritos inéditos ―ya se ha dicho que la mayoría―, cualquier lector familiarizado reconocerá ciertas locuciones, alusiones o citas, indicio no de que el texto esté ya publicado, sino de las obsesiones y recurrencias a las que volvía el autor una vez y otra, o de que nos encontramos ante alguna de las versiones de otros escritos editados.
Ángel L. Prieto de Paula


Más información sobre el libro en Huerga y Fierro




*(extravío, alzapúa, añagaza, calzoncillos y gorgojo.)

Poemas prestados #106

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por David Eggleton. Te animamos a que sigas participando en la centésima séptima edición que empieza el viernes 9 de diciembre del año 2016.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Gabriel Merino quién recibirá el libro folclore íntimo de valter hugo mãe de la editorial Vaso Roto




A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
arroja, gaita, maulla, trompeta y violín.


❆ ❆ ❆



Concierto barroco
“El profeta Daniel, ése que tanto había aprendido en Caldea, habló de una orquesta de cobres, salterio, cítara, arpas y sambucos que mucho debió parecerse a ésta”–pensó Filomeno. Pero ahora reventaban todos, tras de la trompeta de Louis Armstrong…” (Alejo Carpentier.–“Concierto barroco”)


–“¡Dejémonos de gaitas!”–
bramaban desde el atrio y el trascoro
los maestros cantores Jorge Federico y el preste Antonio
arrojando a los aires entre gárgolas las partituras
de las cuatro estaciones y la ópera del Motezuma, mientras
se imponía la brass band de Satchmo atacando
el “Go Down Moses”.

El negro Filomeno tocaba con sus bongos
un compás de tres por cuatro que evocaba
el vals de la bella durmiente.

Sonaban glissandos de didgeridoos que aúllan, graves
como altas chimeneas de fábricas abandonadas;
theremines que maúllan, eléctricos
como el día en que Nikola Tesla descubrió el sonido
de la bobina; arpas de boca, pífanos, sistros, moogs
y mellotrones,
trompas, trompetas –sin o con sordina: le jazz hot–,
violas da gamba, violines, 2 Cellos y violadores del verso.

“¡Sacrilegio!”– clamaban los barrocos ante la banqueta
de su clave bien temperado.
Y el son del negro marcaba el ritmo:
“Calabasón-son-son”
sensemayá, ¡a Cuba, a Cuba, a Cuba iré!-…
Mientras el eco de los maestros polifónicos repetía
–coda– desde Nüremberg y Viena:
“¡Kábala Sum Sum Sum!”

Kyrie Eleison.
Son. Son.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Mis palabras no respiran.
Habitan en la piel otoñal de los naranjos
donde la voz del poeta plañe
como una gaita que olvidó el sabor del vino dulce.

Maúlla el viento llamando a la batalla
pero no hay manos que sepan luchar,
solo quedan dedos aferrados a una trompeta.
En la vibración de tus labios
se concentra el silencio.

Rompe el sueño profundo de la piedra tu boca,
y la mía arroja palabras como rayos sobre la corteza del naranjo.
Digo que te amo.
Y el sol toca tenue cada puerta de ébano de mi garganta,
de este viejo violín cansado de afinar sigilos.

Nada, ni siquiera el arroyo inmóvil,
desobedece a la ternura.
Estoy esperando tu canto.


Keka Conesa
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



La cuestión del auto-relato

La aventura de su vida
Círculo de narraciones
Los siete pasos iguales
Diferentes circunstancias.

Se arroja primero al agua
Introspección de sus miedos
En presidio visceral
Melodía del violín.

Vence si se auto-convence
El movimiento adecuado
Mirada de lo elevado
Rosa en cofre laberíntico.

Luego maúlla el felino
La trompeta nuevo susto
Conmoción con la visión
Trueno en sutil infra-mundo.

Estadio cuarto del cuento
La reflexiva sustancia
Madera esponja con viento
Libro nuevo por potencia.

Termina agotado el índice
Suenan los tambores rojos
Pasionales decisiones
Sencilla intuición vivida

Creativa obra creada
Cuadro de lucha y sudor
Riega con juvenil sangre
Tierra del valle acolchado

Séptima celebración
Danza a que invita la gaita
Éxtasis lúdico instintivo
Nueva aventura en la vida.


Julio Alcalá
Castellón, España

Julio’s Blog


❆ ❆ ❆



nana desordenada de trompeta

y detrás del quicio de tu garganta
las sombras intermitentes de tus despertares
reloj arrojando las horas que ya no existen
el café hirviendo otra vez otra en los violines
tantas toallas empapadas de incertidumbre
todos estos miedos desordenando la casa
trompetas mi nueva forma de amor que eres tú
abrazarte tu respiración veintitrés horas
tus versos bailando en mis dedos tu nana nana
las estrellas que te maúllan versos tu nombre
el viento de la gaita que te mece las nubes
amamantar tu llanto y vivir en ti y


Lydia Alcaraz
Madrid, España

sinlapretensiondecasandra.wordpress.com


❆ ❆ ❆



Canto y con mi canto ahuyento…


La noche cae y apenas he vivido
se abre la luna y sigo sin vivir
qué hay de los poetas que renacen con ella
que aúllan su salida
vistiendo de gala
sueñan y en su sueño
sin esperar el día suena un violín

Cae mi noche en la certidumbre
agria certidumbre
y todo me arroja a algún infierno
los hay de colores
elijo el verde
me recuerda un campo sin fin
en la hierba mojada
no asoman mis pies
hay un toque de trompeta
anuncia la Apocalipsis
muero por una gaita antes que por una trompeta
viví en Escocia…


Marian Orruño
Bilbao, España


❆ ❆ ❆



Estrellas distantes

Arroja
Aloha
Aloja
Tu corazón en un hueso.

Maulla
Hulla
Tuya
Es la ranura del Universo.

Trompeta
Penetra
Enhebra
Cortinas rasgadas por el sueño.

Violín
Molino
Ogino, método de repoblación
Fidedigno.

Gaita
Ahíta
Sunita
La Paz sea contigo.

En el Multi-Verso
mil poemas valen tanto
como un gruñido.


Juan M. Santiago León
Arganda del Rey, Madrid, España

sub-let.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Ángeles caídos

Expulsados del paraíso,
nos sabremos frágiles, al fin mortales,
nuestra carne se curtirá con los días
y nuestras alas quedarán desnudas
como astas gigantes de un venado.

Una trompeta anunciará nuestro destierro,
nos arrojará al mundo,
a la espiral flamígera de la incertidumbre.

Sabremos, entonces,
de la melancolía,
como un violín maullando
al borde de la memoria.

Hombres debatiéndose,
presas del contrasentido,
luchando con el llanto
en los días aciagos,
donde una gaita lejana,
arrastrará el recuerdo
de la inmortalidad perdida.


Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España


❆ ❆ ❆



Escuchar con atención
que vienen templando gaitas,
para dejarnos contentos,
no caer en desaliento,
por mucho que desafinen
los maullidos del minino
siempre sonaron así,
pero, compensar podemos,
cual si fuera un serafín,
quienes afinan con primor
las cuerdas de un violín,
ó, sin pretender ser ascetas,
nos prometen dulces sueños
al sonar de sus trompetas.

Música y fanfarria hoy,
y sin poder disimular,
mejor el producir ruido,
que conciencias acallar
para parecer humanos
todavía con franqueza,
no, como aquel aldeano,
que, cual si fuera villano,
arroja siempre su piedra,
esconde presto la mano,
sin demostrar su llaneza,
sus intenciones opacas,
que nos traigan de cabeza.


Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Musical

Por la ventana arrojas
la gaita que no dominas
y el gato que se lastima
maúlla, siempre lo enojas.
A tu padre le destrozan
los ritmos que te fascinan
no disfruta, le da grima
tanto ruido, acongoja.
Los sones de un buen violín
si que da gusto escuchar,
pero en tus manos ese fin…
Nunca lo vas a lograr
tampoco podrás conseguir
¡con la trompeta gustar!.


Carmen Barrios Rull
Leganés, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Notas

En la teja
maúlla el gato
que con violín
llama la orquesta
del zodiaco.

Que con trompeta
llama las estrellas
que arrojan
castañuelas
de luz.

Y el sol toca
la gaita y
la montaña
responde con
un acordeón
de mariposas
que abren
el día
con el canto
que la luna
arrulla
para ver la
noche
iluminada.

Y un soplo
de nieve
cubre
el muñeco blanco
que sonríe
con un arco
de notas
que recoge
el gato
andariego.


Martha del Pilar
Italia


❆ ❆ ❆



Ningún gato
maulla
como un bebé roto
caja torácica de violín
muñeco de huesos
arrojados a la vida.
Gaitas decompasadas
gimen
la nana de la muerte niña.
No hay música
que cubra el llanto
de los bebés muertos.
Lo último que escucharé
será el lamento
de una trompeta
al quebrarse.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆



NOCTURNO

Leve temblor en la penumbra
roza mis pies. Los mece y besa,
y se retira reverente.
Como algodón. Como franela.

No se apresura en resolver
eso que ansía su presencia,
por los temores de arrojar
al viento siglos de quimeras,
dejando huecos en la noche
a viejas gaitas pasajeras…

Traza, del sol crepuscular,
-párpados mudos en la arena-,
breve murmullo reposado
de mar, de piel, de fina esencia,
porque desea deshacer
-son de violines y trompetas-,
esa coraza de metal
que me cobija.

               Traquetea
melancolía de cristales
amortiguados entre telas,
y, en un revuelo de negruras
amordazadas de sed seca…,
llega la calma.

               Su deseo
siempre a mi lado lo celebra,
apacible, mientras maúlla
y en mi regazo ronronea.


Pedro Bernal
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Un hombre en la noche

Puntual la luna deposita el beso
sobre el tejado de la ciudad rota
se llenan de silencio gota a gota
las avenidas patria del exceso.

Un hombre bajo las luces camina
con un abrigo de pieles marrones
mira a mujeres que tras los botones
esconden una rosa y mil espinas.

Un gato negro solitario reza
a su estómago vacío y escapa
por la alambre anárquica de los mapas
el hombre pierde entonces su nobleza.

¿Quién es él para mirar a mujeres
si su deseo torpe no es negocio?
Nunca jamás podría ser el socio
de ese amor iracundo que no quiere.

¿Quién es la noche para amparar necias
verdades sobre dudas y mentiras?
¿Qué azar arroja a la fe que respira
la contaminación que no desprecia?

El hombre huye del violín de la luna
con la música de la desvergüenza
y el gato hambriento entonces comienza
a maullar la canción inoportuna.

Rasgan trompetas la oscuridad vana
y el hombre es un soplagaitas, un tonto,
que deseaba recogerse más pronto
y ver el mundo tras una ventana.

Las mujeres recuperan sus almas
los gatos comen voraces las sobras
el sol comienza puntual sus maniobras
y la ciudad recupera su calma.


Gonzalo Benito Merino
Madrid, España

marineroenmarte.blogspot.com


❆ ❆ ❆



En el interior habita un silencio
donde escondo violines adolescentes,
asustados huérfanos de la voz del hombre,
y un dolor ciego, como maullido de mudo
o lágrima de reo que en su último deseo,
brinda a su amor un solo de trompeta.

Quisiera no haber sido tocado,
no ser yo el que tiembla
entre tus fauces de acero,
quisiera no ser el espectador asustado
que duda en arrojar la certera piedra
que te ahuyente.

En este miedo, hay universos de gaitas
que castigan el cuerpo con punzones.
Todo corazón deja de bailar
y se esconde en el vacío
de la no salida.

No podría vencer
el impasible sable del adiós,
me quedaré tumbado frente al mar
esperando que una ola
me invite a ser espuma
y después de tu disparo,
ser únicamente carencia.


Suso Torriente
Madrid, España


❆ ❆ ❆



El violín no es la tristeza,
ni el corno la nostalgia,
La trompeta no es enojo,
ni el oboe la soledad.
La gaita no es el llanto
que desborda mi memoria.
Es tu ausencia que me arroja
a maullar todas las noches.


Mariana Centurión de la Cueva
Cd. de México, México


❆ ❆ ❆



Ven (O una incitación que lleve a los sonidos que te apaguen)

¿Ya no escuchas esos sones
en el aire tan calmado de esta triste compañía
que es la vida?
¿No distingues cual trompeta enaltecida
los sonidos de los vientos
que te arrastran por momentos al clamor de los vacíos?
Pronto llegará la tarde y sus sonidos lánguidos que abracen. En el fondo,
todos estos años han supuesto una larga tarde oscurecida,
un ocaso inútil que maúlla desde el gato Felis de los cielos.
Había sonado triste aquella nota sostenida del maullido,
de los silbos ululados por la tarde que termina.
Ven, protégete conmigo en la cobarde compañía del destino
cada vez que pasen ratos escondidos en esa eternidad que arroja
sus migajas a los seres que no saben de su sino.
Ven, redúcete conmigo y no hagas muchas concesiones
al sonar de los violines y los coros celestiales
que imagines. Más bien siente que es la gaita
de los días infelices que te vencen y chirrían.
Ven, tomaremos juntos una dosis de quietud que reconforte
nuestras ansias de dormir eternamente.
Ven, siente el aire sin trompetas ni clarines,
nota cómo nos percute en nuestras sienes el instante tan postrero
que nos silba ya la muerte.


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro -Treviño-, Burgos, España

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