Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Wait Riwait. Te animamos a que sigas participando en la vigésima octava edición que empieza el miércoles 30 de enero del año 2013.
Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Mónica Burkholz Romero quién recibirá un libro de la editorial.
A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas: aplastar, hoyo, atónito, sabor y pistola.
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MAGIA
Te he visto hacer ese juego de cartas un montón de veces. La pistola, lo llamas tú, porque los naipes salen disparados de entre tus dedos, y se estrellan contra la mesa en un desorden rojinegro de figuras y de palos. Entonces tus manos se juntan de repente, aplastando con fuerza una carta vuelta contra la parte superior del mazo.
Me miras fijamente. Hay un halo de misterio en tu mirada en el que me sumerjo sin dudarlo. Por unos instantes, los dos nos encontramos en un profundo hoyo del subconsciente por el que tú me vas guiando. Te siento cerca, muy cerca, en medio de un ir y venir de alientos y de espasmos.
Si, una vez más he elegido la carta que tú querías que eligiera. Lo descubren mis ojos atónitos cuando lanzas ya boca arriba el naipe que coronaba el mazo. En mis labios queda grabado por siempre el sabor de la magia de tus manos.
Mónica Burkholz Romero
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Carta de reyes
¿Que
qué quiero…?
Independientemente
de quién de los tres se asigne cada regalo
deseo
poder seguir aplastando la indiferencia,
recordar el sabor del sexo de la que amo,
hundir lo mediocre en el fondo del hoyo,
seguir atónito ante lo injusto o lo malo
y
-aunque no tenga licencia de armas-
poder defender todo ello
con la misma convicción y autoridad
que quien tiene una pistola en la mano.
Vosotros sabéis como concederlo, ¿no?:
sois magos.
Gabriel Merino
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
GRITO (a Bukowski)
Plena tarde, sol y libertad para sentir
tus dedos bordeándome el ombligo
camino de mi sur, del sur de mis sentidos.
Atónitos mis ojos se reviran y
un sabor a placer reconozco en los tuyos.
Aplastados mis pechos por
tu febril buscar mi dulce fuente,
y tu dedo de dios caliente, cual pistola,
que recién disparada en el
continuo hoyo de madriguera-Alicia
me estremece en un grito.
Uno, simple, bestial.
Daniela Bartolomé Moro
Bilbao, España
www.poesiaenlata.es
antonioydaniela.blogspot.com
latiapoeta.poetia.com
taponchamariaaldonza.blogspot.es
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❆ ❆ ❆
En el cielo
Tu mirada
me deja atónito
porque veo en tus ojos
el cielo y
en tu rostro tu
complacencia
de haber encontrado en ti
la esperanza.
De que las sombras
no me hundirán en el
hoyo de la desesperación.
Porque tu armadura
aplastada en oro
con tus manos
de alfarero
me protegerá con amor.
Del sabor amargo
cubriéndome mi corazón
de la pólvora que
tira tu pistola
de desamor.
Salvando mi alma
amo el verdadero
amor.
❆ ❆ ❆
Muda y atónita digiero
el sabor de tus palabras.
Contemplo tu boca
mientras dispara.
Una pistola no sería mas dañina.
Pero me ausento y te dejo.
Mi cerebro prepara el hoyo
en el que enterrarlas
bajo una gruesa capa
de recuerdos perdidos
que las aplaste.
Perfecto funeral para un extraño
Pilar de la Peña Zarzuelo
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Un cañón,
como de pistola,
acarició su lengua.
Un nuevo sabor,
como de sangre,
llenó su boca.
Un hoyo,
como de bala,
abrió su cerebro.
Un grito atónito,
como de espanto,
brotó de sus labios.
Un peso enorme,
como la muerte,
la volvió a aplastar.
Rosa Cornejo
❆ ❆ ❆
Por la mañana
Dos chicos se quedan mirando atónitos
a un viejo débil que sale de la panadería.
Arrastra los pies y parece la mitad de un arco.
(Cuando niño hacía el mismo paseo.
Llegaba a la casa con el sabor dulce
del pan aplastado en su boca
y un hoyo en la barra.)
El viejo hace una parada en su lento caminar.
Lleva el periódico en su mano temblorosa
y bajo el brazo –disimulada– una pistola.
Gastón de Maeztu
Ávila, España
Ávila, España
❆ ❆ ❆
Pronunció aquella última palabra
como quien aplasta con el pie
una colilla en tierra quebrada
Ya no le volvería a echar
nada más en cara
Sabor acre en la boca
en la mano, la pistola
la bala se dispara
Ya no le volvería a echar
nada más en cara
Sus helados ojos esmeralda
se clavaron atónitos en la nada
los suyos, en los hoyos de su espalda
Xisca Minart
Palma de Mallorca
Palma de Mallorca
❆ ❆ ❆
te distraes con el sueño del triunfo
ese que siempre esperas
con el palo (de golf)
a guisa de pistola
haces tu giro de cintura
la bola va a entrar limpia
bailando, gustándose
ya eres el mejor
los pájaros cantan
tú no los oyes, pero cantan
es fácil, muy fácil
detienes la respiración
la bola pasa de largo
no entra en el hoyo decisivo
ahora entiendes el sabor de la derrota
esa que te aplasta
que te borra del mapa
en el balcón de los sueños
dejándote atónito
¡qué menos!
habrá que seguir soñando
❆ ❆ ❆
Disparo
Con el cigarro en los labios
interroga a un transeúnte.
¿ Tiene fuego, por favor ?.
Atónito ve que su interlocutor
saca del bolsillo una pistola.
Encañonándole aprieta el gatillo.
Al instante una línea llameante
alcanza el pitillo.
Sin salir de su estupor, succiona
con un sabor amargo en la boca.
A la vez que exhala el humo
mueve convulsivamente el pie
sobre la tierra del parque
para aplastar en ella el miedo pasado.
De este modo logra hacer un hoyo
donde lo entierra definitivamente.
Carmen Lafuente Álvarez
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Gracias por despertarme
Cavó un hoyo,
anaquel de principios
donde enterrar sus ideas.
Quería aplastar a quien era.
Poco a poco,
sin prisa,
disfrutando de esa muerte
con sabor a arena.
Pero ella,
sin avisar,
tomó la pistola
y disparó a sus neuras.
La miró atónito,
tambaleándose bajo sus pies
pensamientos, sentires, normas...
Y cuando cayó al suelo,
no supo decir otra cosa:
"Gracias por despertarme".
Noemi Martínez Guirles
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Todavía la culpa
¿Y si aplasto los pétalos, desaparecerá de mis manos ese sabor de metal? ¿Qué hacer con el alma gemela de Gloria Fuertes cuando se ha tocado una pistola? No sé bien cómo ocurrió. Tantos años de lecturas, cultivando la paz, la cultura, y ahora esto. No estaba preparada para la provocación.
No sé si encerrarme y hundirme bajo el edredón, o dejar el arma junto a la almohada y ser yo misma quien se entierre en el hoyo. A petalazo limpio hubiera sido bonito e improbable. Tirar la piedra y depositar la recortada, ¿dónde? No merezco tener manos. Sentir la tierra por encima de una: la cara llena de arena mojada, tragar tierra y lombrices por la garganta, al estilo Laura Palmer, así no tendría que mentir. La pistola negra bajo mi almohada blanca. Las sábanas limpias, planchadas. No se me ocurre un final más depurado. Los vecinos quedarán atónitos cuando nos encuentren ocultas y frías: al arma y a mí. No sé si serán capaces de enlazar que hoy Rajoy ha muerto.
❆ ❆ ❆
Me quedé atónito cuando desde el salón escuché el sonido como de un tiro. En ese instante note el sabor amargo que precede a un desastre. Enseguida pensé en la pistola que mi padre tenía en un cajón. Sin duda el ruido procedía de esa habitación donde él la guardada. Pero quién estaría allí, en la casa no había nadie. Todos habían quedado en el campo de golf para jugar unos hoyos. Yo me había rajado en el último momento. No quería hacer el ridículo con mi patético swing, ni tampoco sentirme aplastado por esas maripuris que juegan de miedo.
No podía quedarme allí parado eternamente, tenía que ir a ver qué era lo que había sucedido. Con toda la cautela de la que fui capaz, abrí la puerta. Estaba oscuro y encendí la luz. Allí no había nadie, tampoco estaba la pistola en su lugar habitual. Por fin me relajé y recordé que hacía tiempo que mi padre se había deshecho del arma. Como él dijo, las carga el diablo. Una vez que tuve claro que en mi casa no había ninguna pistola, ya no supe qué era lo que había oído. Vete tú a saber. Decidí olvidarlo y disfrutar de una tarde a solas con toda la casa para mí.
❆ ❆ ❆
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