Poemas prestados #98

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Juan Peces. Te animamos a que sigas participando en la nonagésima novena edición que empieza el viernes 3 de junio del año 2016.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Keka Conesa quién recibirá el libro Palabras para salvarse de Sara Zapata de la editorial Huerga y Fierro




A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
arrebato, calefacción, embeleso, encantamiento e inspección.

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Mañana


Mañana,
cuando caiga esta piel de pájaros muertos
las plumas sin pretérito de un corazón nuevo
volarán hacia tardes de estío sin estrenar.

Cerraré de un golpe seco de cadera
la puerta del recuerdo
y con uno de mis dedos,
marchito de caricias postergadas,
la llave de la calefacción.

Aire fresco.
Saldré al patio
para que el crepúsculo me corone
y colgaré de mi piel
los sueños que no se oxidan
ni precisan de inspección.

Se irán sin rumbo
la tristeza agria
las manos inseguras
los contornos pálidos
y bajo el pie
ya no esperará el hueco
de la impávida muerte.

Pisaré la sombra del terrible encantamiento
y entregaré mi desnudez con embeleso
a los carnales perfumes
que soplen a través de los árboles.

Viviré fuera del destino
entre los surcos que deja en su lecho
el agua de la fuente.
Y mi boca de mujer
cambiará bostezo por arrebato
para morder
la suavidad del tiempo.

Keka Conesa
Sevilla, España

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Encantamiento

Encantamiento por tu mirar
que me hace tu estrella
con la luna que manda ondas
de pasión arrebato entre olas
inspeccionando la temperatura
calefacción
de luz propia
que embelesa el mar
esculpiendo tu figura
que es un astro en el cielo
que me hace por
amor una rosa en el
universo.

Martha del Pilar
Italia
marthadelpilarcuenta.blogspot.it

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Aurora
(A mi hija)

Tras atravesar los sucesivos cercos de espino, beleño y cardo, seguramente –pues nadie había quedado despierto para escribir crónicas fehacientes- cien años después del arrebato de ira de la hechicera, el heredero irrumpió en la torre oscura, la más alta. No le fue difícil echar abajo la puerta de madera carcomida. Tras una breve inspección de la sala a la que se abrió paso en primer lugar, en la que todavía se hallaba la silla tapizada y la rueca con la punta del huso ensangrentada, ascendió la escalera de caracol. Y al penetrar en la cofa de la torre, descorriendo el pesado cortinón de terciopelo carmesí que actuaba como única calefacción de la estancia fría, halló a la adolescente tendida en el diván. Parecía muerta, pero respiraba y aún mantenía cierto rubor en su piel ebúrnea. Atenazado y guiado por un súbito embeleso, no quiso ni pudo evitar acercar sus labios a los de la joven dormida de la que ya, como en los cuentos de hadas, había caído prendado. Tras depositar el beso, un aire cálido irrumpió en la estancia, las antorchas se encendieron repentinamente y la corte despertó: se había roto el encantamiento.

La muchacha, libre del centenario hechizo, se incorporó mirando al gallardo príncipe y, sin dudarlo, se dio ágilmente a la fuga como una corza.

Gabriel Merino
Madrid, España

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UNA BROMA PRESTADA

Embelesar encantamiento
inspección calefacción y arrebato.
Estas son las palabras.
Con ellas me han pedido
que construya un poema.
¡Habrase visto tamaña impostura!
¡Vaya faena!
Habiendo tanto vocabulario
eligen las más feas
que había en el diccionario.
Yo, personalmente, prefiero nieve
lámpara embalsamar árbol
y canario, por ejemplo.
Una mera cuestión de gustos,
supongo.

Custodio Tejada Cruz
Purullena–Guadix, Granada, España

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MIRADLOS PASAR

Todos los que reptan para ascender afinan su discurso sibilino,
prefieren las manadas,
donde la confusión fructifica y el encantamiento es contagioso,
los rebaños,
la ignorancia,
a aquellos que adoban sus desgracias en realities shows
con embeleso,
los camaleónicos varones,
mercaderes de cortinas de humo,
acólitos de la calefacción central nutrida de petróleo,
los señores del cinismo,
los próceres de la imagen,
enemigos de inspecciones y arrebatos.

¿Es que no los veis pasar?
Son silenciosos,
vierten vuestra dignidad en sumideros fiscales.

Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España

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Dios del segundo piso

Te compraste un perro
como para romper el encantamiento.
Lo único que te cargaste fue mi embeleso.
No soy ya aquel portero de noche
que se encargaba de la inspección de tu bajo derecha.
Si quieres calor, arregla tú misma la calefacción.
Porque ya no cuela
la falsa interpretación de un arrebato.
Llamas amistad a cualquier cosa :
a un me gusta del tinder
a un quedemos para tomar café
haces que mi vida parezca penosa
patetismo virtual de principios de siglo;
tía, yo nací en el siglo XX
y aún me enorgullezco
de rezarle
al buda del segundo piso
para olvidarme
de este amor de segunda regional.

Juan M. Santiago León
Madrid, España

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Tardes con encanto

Si deseas un poema con encanto
toma nota de este consejo barato
Inspección con calefacción no rimes
embeleso y arrebato ahuyentan al ganado
y Dios te libre de usar encantamiento

Observa por ejemplo el torpe resultado

En aquel frío invierno
con calefacción de abrazos
Desde el sexo perverso
al encantamiento loco
fueron arrebato sus besos
Y en las aburridas tardes
con inspección intensa
fue embeleso el orgasmo.

Julio Alcalá
Castellón, España
El blog de don Julio

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El banco solitario

A veces me pregunto…

Sentado en aquel banco de cristal
que había justo al lado de la senda
miraba cómo juegan y columpian…

Y las madres, que charlan
despreocupadamente,
con un ojo pendiente de la arena
y el adusto ademán del arrebato;
y la vehemencia de la discusión…

A veces me pregunto…,

embelesado en el encantamiento
del banco solitario,
cómo y por qué inspecciono los asuntos
que sin cesar transcurren a mi alrededor.

A veces me pregunto por el sol de mayo,
tibia lumbrera
que ni me sirve de calefacción.

Y, quizá, me pregunto
si sigo ahí, sentado e invisible,
o hace ya mucho tiempo

que todo sucedió.

Pedro Bernal
Madrid, España

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Confundir los sentimientos
en momentos de arrebato
nos condujo a no medir
grados de satisfacción
por conseguir lo inmediato,
y no sentir con fluidez
lo que dicta el corazón
dejándonos arrastrar
sin llegar a reflexión,
por comprender, con razón
que aquello fue insensatez,
que, con nuestra inexperiencia
nos dejamos, a menudo
guiados por los impulsos
a no ejercer inspección
sobre nuestros propios actos.

El amor, si es verdadero,
tengámoslo por certero,
no sólo consiste en besos,
placenteros, desde luego,
apreciamos las caricias
que nos dan satisfacción
pero... no nos engañemos
por un falso encantamiento,
a menudo pasajero,
sin consistencia en el tiempo,
como canto de sirena,
¿es simple enamoramiento?.

Cuántas veces desistimos
y rompimos nuestros lazos,
que aunque fueron verdaderos
no condujeron a nada
a pesar de ser sinceros
y nos dejaron helados,
ni con alta calefacción
pudo deshacerse el hielo
que interpuso el desamor
sobrevenido más tarde,
que deshizo nuestro hechizo
de vivir juntos los dos.

Me parece coherente
y hasta si cabe, prudente,
conozcamos seriamente
a nuestra querida gente
y establezcamos la unión
que dé frutos verdaderos,
a no conocer el miedo
de saber lo que es amor,
que si de verdad tenemos,
con más ilusión, cariño,
respeto, lealtad, honor,
tenemos garantizada
práctica de amor sincero
para siempre, duradero…

Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España

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El encantamiento brota de los párpados,
tejido en sueños.
La inspección cala las mentes
hasta llegar a los deseos.
El embeleso arma despacio la idea
de galopar al cuerpo.
El arrebato engulle con furia
las dos soledades.
La calefacción en invierno
permanece apagada.

Mariana Centurión de la Cueva
Cd. de México, México

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Muito obrigado

Estoy extasiado
de mirarte profundo,
embeleso.
Me detengo en el pliegue de tu falda marrón,
casi de Penélope arrebatada
del instante muy frío…
sin calefacción
sin encantamiento poético
sin inspección oportuna,
y sin maquillaje
y con la comisura de los labios descarnadas
al rojo vivo,
mutiladas
por tanto beso ardiente.

Zezo
Argentina-Salta

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La vía Láctea

Noche de estío.
Lejos del mundanal ruido.

Embeleso
arrebato
y
encantamiento
de los sentidos
inspeccionar
en el firmamento
la Vía estelar.

No luz artificial…

Láctea calefacción
iluminando
las sendas
de nuestro
pequeño
planeta
llamado
Tierra.

Carmen Lafuente
Madrid, España

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Tendría que realizar
una inspección en mi alma
para saber la causa
del encantamiento que me atrapa.

En constante embeleso,
como en trance,
nada explica este arrebato
que me mantiene adicta
a una especie de calefacción
que disfraza el hoy:

Frío, distante, despoblado.

Milagros Morales García
Tarazona, Zaragoza, España

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El puro sentido de vos

Si tuvieras lirismo en tu pasión
sellarías un canto a la vida con tu voz,
aunque fije sus ocres colores
del adiós.
Si acallaran los tonos que encumbran el dolor
ningún encantamiento cabría en derredor.
Si cupiera alcanzar embeleso por todo que es primor
llevarías cargados los hombros con el sol.

Nada se asemeja más a un trato superior
que aquel mantenido con la vida,
y tienes la desoladora intención de usar la voz
como un ciclón. Acaso proceda una inspección
en tu fondo interior, allí donde emana tu oculto
calor: chispa, fuego, fulgor… íntima calefacción.

No, no habrá trato que te reste una inquietud
y te preste a cambio una mirada
de puro arrebato de amor.
No, no habrá trato sino voz
para que ensalces seguro
el puro sentido de vos.

Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro -Treviño-, Burgos, España
vicentejavier-f.blogspot.com

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