Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por la escritora neozelandesa Paula Green. Te animamos a que sigas participando en la octogésima séptima edición que empieza el viernes 4 de diciembre del año 2015.
Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Juan M. Santiago León quién recibirá el libro
Sin reloj por la vida de Jesús Díez Fernández de la editorial
Huerga y Fierro
A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
limón, miel, azul, caer y agrietar.
❆ ❆ ❆
TIEMPO QUE YA NO ES
Aquella vez, todas las palabras pensadas
me llevaron a una sola persona, mi abuela.
1936
una guerra cruenta
caen las bombas
se agrieta el hueco de una escalera
mi tío abuelo es un bebé
un vecino muere reventado.
1943
Un torturador cordobés
sorbe un limón
mientras el rostro del rojo se pone azul
suenan tiros en la calle
es una falsa alarma.
1987
Nunca me gustó la miel
detesto las cosas que me miran a los ojos
ni gambas ni caracoles
primera borrachera
con cerveza caducada.
1995
Le colgaba las cortinas
en uno de sus pisos de alquiler
sin embargo, no nos invitaba a comer
por no manchar la cocina.
2009
Mi madre le lía los rulos
mi tío el pequeño escribe poesía fácil
y me cuenta su nueva teoría
para arreglar España y el mundo.
2015
Hace 30 años que falleció mi abuelo
y el procesador de textos se vuelve loco.
El correo electrónico abre ventanas sin ton ni son
y decide enviarse solo
un poema inacabado.
Hoy he estrellado un móvil contra el suelo
y sin quererlo, le he hecho un homenaje a mi otro abuelo borracho
a mi padre iracundo y maltratado
a la posguerra que fue muy jodida para el pueblo llano
a las mujeres llenas de hijos sin desearlos
a los curas partebocas
a las batallas campales entre bandas de chicos
a las puertas con la madera hundida por los puñetazos...
❆ ❆ ❆
THREE, TWO, ONE...LAUNCH!
Se derrama el sol como un limón
sobre los cristales fríos
de un invernadero,
sueñan los crisantemos
con el rumor a miel
de las abejas.
Fuera, el cielo ya no recuerda el azul,
desde que la ciudad, crónica, fuma.
Y los pájaros vuelan confundidos sin destino,
pues han perdido los planos
de las rutas migratorias.
La tierra, despechada,
se agrieta,
ya no recibe el beso bendecido
de la lluvia.
Anochece,
arriba, el hombre,
en una demencial quimera,
busca vida en el espacio,
agotando en el empeño
un arsenal de recursos.
Mientras tanto,
cae la cordura en picado
sin amortiguar el golpe.
Carmen Hernández Montalbán
Guádix, Granada, España
❆ ❆ ❆
Humano corazón de limón
Cae del azul el albatros de Baudelaire
y la gaviota de Crane se zambulle.
Cae el hombre de Panero
ese que sempiterno fuma LM
sobre la página en blanco.
Se agrieta el espejo de la coraza
Caballero de los Espejos
y supura sangre por la herida
con sabor a miel de poesía.
Es el turno de llegar a la médula
una nada ácida y amarilla
acompañando a Elliot en un cuarteto
y atravesar juntos la orgánica piel
que envuelve las perversiones
de todo humano corazón de limón.
❆ ❆ ❆
Agujero negro
Aletargada mirando el suelo
No sé decir si ha pasado un minuto, una hora o diez años en esa posición
Del piso empedrado un grupo de hormigas salen en fila, iniciando la marcha
Cientos de ellas en búsqueda
Suben por mis talones agrietados
En dirección a esa gota de té con miel que rodó por mi vestido azul
Sostengo una sola de ellas sobre mis manos arrugadas
Sin querer la dejo caer
Invasor.
Un trozo de limón rueda por la calle, pasa frente a mí
¿Quién te perdió? ¿Quién te dejo ir?
Las pequeñas compañeras me abandonan
Se inicia otra búsqueda.
Aletargada me encuentro mirando el suelo
No sé decir si ha pasado un minuto, una hora o diez años en esa posición
Marilyn Lavado
Lima, Perú
❆ ❆ ❆
Te vas
En esta agridulce despedida
que convierte la miel en limón
mi alma se agrieta.
La noche cae y el cielo azul
desaparece.
Flor Claramunt
Panamá, República de Panamá
❆ ❆ ❆
Su inspiración
El limón cae del árbol
y agrieta la cueva
de la abeja pirueta
que hace la miel
en su panal
donde el azul
es su inspiración
porque la reina
toma del cielo
una muestra
para hacer un
dulce ejemplar
con margarita
el botón
que mas dulce da
con las hadas
que dan semillas
para que crezcan mas.
Y la margarita
linda es porque es
el color
del sol que
la abeja con
su panel da un
brillo
sin igual.
❆ ❆ ❆
Caen lentos
en el olvido
aquellos días azules
de amor y miel:
sombras cálidas sobre nuestros cuerpos.
Ahora, entre tú y yo,
el grito de la tierra
agrietándose;
sabor a limón y sal
Francisca Prieto Martínez
Cehegín, Murcia, España
❆ ❆ ❆
Ofrecí mis ganas
al minucioso oficio de cada tarde
ninguna tan inesperadamente azul como aquella
Decía quiero sin decirlo y tú hacías el resto
Fidelidad: Necesario nombre arropa
Celos y grieta cuando por primera vez pienso en una
mujer / ojos miel y me digo: Esto no es lo que querría ella
Disimuladamente cierto Como la ternura / sol limón o fruta
Como esta manera que tengo de caer
profundo cuando nadie mira.
❆ ❆ ❆
La madre, muy animosa
alimenta cariñosa
gemelas recién nacidas
sobre su pecho amoroso
y hace caer dulces gotas
en sus pequeñitas bocas.
Agrietarse sus pezones
no la han hecho desistir
de amamantar a sus hijas,
que presionan dulcemente
sus senos, con sus manitas
y la leche fluye mansa,
y alegra sus corazones,
y recibe como premio,
la mirada azul y tierna
que le devuelven las niñas.
Se crían guapas y hermosas,
y cual si fueran dos rosas,
la madre, nombres de flor
ha puesto a sus pequeñitas.
Sin sentir jamás cansancio,
y con su delicada piel,
ha hecho que el alimento
sea dulce, cual la miel.
Las acuna con ilusión,
las canta bellas canciones,
y con maestría extrema
enseña a diferenciar
que no es lo mismo degustar
la dulzura de la miel
que el agrio sabor a limón.
Las niñas, ya creciditas,
aprendieron la lección,
y supieron apreciar
lo que es verdadero amor,
y, encontrar felicidad
agradeciendo a su madre
que las guiara con acierto
firmeza y honestidad,
a apreciar la libertad
asidas a su "timón"
Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España
❆ ❆ ❆
La mirada de Turner
Vergel de naranjos y limoneros
escolta el camino hacia Sóller.
Época estival, de repente
la lluvia
funde
el campo color miel con el azul.
Un limón cae al vacío
el impacto le agrieta
su jugo vital nutre la tierra.
Se escucha un silbido
se acerca el tren.
La belleza cromática
que envuelve el paisaje
trae a mi memoria
la mirada de Turner
elaborando
el lienzo
“The Great Western Railway”
Carmen Lafuente
Madrid, España
❆ ❆ ❆
NO
No sabía, no sabía sostenerlo y agrietar sus ojos mudos.
No temía calmar toda la miel de su mirada en un estanque invisible.
No imaginaba caer así, despedazada, quebrada de azul… ahí.
No jugaba en el andamio quijotesco de su sexo.
No llamaría, no olería a limón oxidado cuando un orgasmo despoblado
lo perdiera…
aquí.
Susana Lang
Tres Arroyos, Pcia de Bs. As., República Argentina
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“Treinta y seis meses...”
Pajarito del alma
Flor y canela
Treinta y seis meses
Y un día
Y aún no estabas amor
Pajarito del alma
Flor y canela
Y ahora alzando la voz me dices amama
Dónde estabas amor mío
Dónde esperabas
Y un catorce naciste
Al tañer de una campana
Y miel clara es tu pelo
Y de tan azul tus ojos nadie los gana…
Pajarito mío del alma
Te llaman Galia
Eres limón y granada
Tú serás lo que quieras
Gracia incrustada en tu cara
Mi pajarito del alma
Y no te dejo caer cuando te me encaramas
Mis brazos te sujetan fuerte
Que entre ellos llevo mi alhaja
Y hasta agrietar se me hace el cuerpo cuando me dices amama
Ah! Pajarito del alma
Flor y canela
Marian Orruño
Bilbao, Vizcaya, España
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CON CINCO PALABRAS PARA EMPEZAR
Es veintitrés de noviembre, lunes,
hace un frío que agrieta el cemento
y aquí me encuentro paseando
-por esta Gran Vía madrileña-
mientras pienso en cinco palabras,
en cinco ángeles prestados
que me abran las puertas del poema.
Cae la luz como el destello
amarillo de un limón
sobre el techo de los taxis que,
como abejas, esperan en la parada
la rica miel del viajero.
La gente anda con prisa
y mira de soslayo los escaparates.
Yo entro en una cafetería,
me siento y observo a los transeúntes
al mismo tiempo que compruebo
cómo el azul del cielo hace parcú
en mis ojos y en la verticalidad
de los edificios y sus ventanas.
El camarero me sirve un café
y en la calle, una joven reparte publicidad
de una sexshop que está a la vuelta
de la esquina.
Y así termina el poema. Y así continúa la vida.
Custodio Tejada Cruz
Guadix, Granada, España
❆ ❆ ❆
Si los colores dolieran
Y si un color fuera gigante o los colores
Dolieran. Si los colores son cielo, agua,
Eternidades en tierra…
¿Qué peso tendrán si tiemblan?
Tres escogió kieslowski.
Un azul desolación, un blanco
Casi distancia y un rojo
Que fulge dentro.
Aquel azul la dejó al albur de la libertad
Que aprieta, cuando vio caer dos vidas
En una muerte sin mieles, tajante,
Sin más vaivenes. Y allí se inquietó el silencio,
Y la música incompleta. Sólo quedó el azul
Envuelto en un triste
blues.
Hielo en el blanco igualdad quimera
Que te enfriará la espera según sientas
Agrietar las vías de la enorme lejanía
A una estación sin paso.
Quizás valgas lo que vale una maleta llena
De tu soledad repleta.
El rojo es un eslogan tirado al viento
Con gasa y tisú de fuego,
Y cuando queme el secreto (porque, ay,
No basta guardar el celo),
Tu compasión compañera,
Tu valedora de alientos,
Te dirá que la fraternidad la llevas dentro,
Aun con limones de aprieto.
Tres escogió Kieslowski:
le bleu, le blanch, le rouge,
Y en el sumo trato dado hasta dio en el blanco.
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Maschalagnia
a Mario
I
Al acabar la función, algunas palabras se rompieron
y otras se desperdigaron por todo el escenario.
Xisca encontró una de ellas y construyó:
“…pleamar y caracolas, la distancia
del faro al reloj, y huellas profundas
como de cestas llenas de limones…”
II
Lilián se puso ultramarina, mi tía Hortensia
aderezó un pastel de recuerdos
y Jorge, rescatando otra del zócalo
desconchado, redactó algo como :
“… de alimañas que caen al abismo
con las fauces abiertas, sedientas de humos
y músicas estridentes, hastiadas
de lo común…”
III
Carmen retrataba palabras tendidas a contraluz
como si fueran amapolas en blanco y negro
y la otra Carmen las anudaba en ramilletes
de celebración y convocatoria.
Pon localizó en un tarro de esmaltes sin etiqueta
otra palabra, casi sin aire, y escribió:
“…y se extendió sobre el tiempo, como una pátina
de barnices de miel sobre su piel de teca
dejándonos sólo un reflejo de cobre…”
IV
Santiago extrajo imágenes y luchas de entre los juguetes,
Gonzalo encendió un soneto apagado
e Izu encajaba palabras exhaustas como bancadas de peces.
Nicolás sostenía otra, como si fuera de cristal
mientras hablaba de
“labios y voces agrietados y soberbios
que ignoran, en un empeño de hacerse oir
la luz de la historia acontecida…”
V
Cristina expuso un cuadro de hojas y ojos ocres
frente a aquel óleo de índigos eléctricos de Maribel, la rutina
dulce de Lola y el entusiasmo siena y malva de María Jesús.
Keka terminó anotando que
“…casi sin reparar en el camino
me encontré con un atolón de arenas azules, después
de tanto anhelar el tacto del olivo y el olor de los azahares…”
VI
Eva. Pilar. Creo –supongo- que Gastón se había
marchado con antelación
Y yo, que tenía muchas ganas de encontrar
la palabra “maschalagnia” para insertarla
en un poema, terminé escribiendo:
“Frente a otras memorias que se agrietan
caí en la tentación de evocar aquel paso de mi lengua
por tu axila, cuando no esperaba un aroma aséptico y azul
ni un sabor de miel, sino como de limón fresco y aún vivo.
Y… en ese recuerdo me volviste a otorgar la vida”
Gabriel Merino
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Plegaria
El agua con limón y miel,
lo febril del sudor y su vigilia.
Caer en la cama...
no nos dejes Señor, no nos dejes.
Como una tregua a la carne
y su prematura muerte
agrietada por la humedad,
reza la llovizna azul
de noviembre.
La piel vertical de la cordura
horada el hueso, y es nuestro pánico
un golpe de efecto.
Ese miedo al estruendo del despertador
como un aviso de agonía
a las cinco de la mañana.
No nos dejes Señor, no nos dejes.
Que los 38 grados no nos impidan
soslayar las aceras
espectrales y doloridos
con agujas castigando las costillas.
El miedo a perder.
Perder del todo esta misería mal pagada
por la que otros nos matarian.
No nos dejes caer Señor
no nos dejes.
Pilar Gorricho
Logroño, La Rioja, España
❆ ❆ ❆
La infusión
Se agrieta el limón
tan exprimido,
la piel aplastada
me parece
la castaña arrugada
no apetece,
ni con miel
aunque la tos
la reblandece.
El azul de la taza
que contiene
la infusión, el alivio
que me trae
al final tiembla
el pulso, se me cae
y se acaba
este cuento
tan sencillo.
Carmen Barrios Rull
Leganés, Madrid, España
❆ ❆ ❆
MUJER EN AZUL
Hasta aquí llegaste,
con manos agrietadas por el agua
que el limón no alivia.
Atada a la tierra oscura
y áspera,
celebrando con tu risa
la semilla que cae,
hundes tus rodillas
en el fango fértil.
Tus lágrimas son
-también-
agradecimiento.
Por ello,
tus labios azules
aún rezuman
miel.
V. Javier Llop
Valencia, España
❆ ❆ ❆
El FRUTO DE LA METRALLA
Tienen las guerras
una forma de agrietar
la tierra y la miel.
Casas abandonadas. Azul tirando a negro.
Es el sueño amarillo
de los limoneros
desangrando su zumo al caer.
El gris limón que yace cadáver.
Nicolás Corraliza
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Mi niña azul
A Adriana
Quebrantaste la invariable ruta del silencio
con tu quejío profundo de tierra
y lágrimas de jondo verso.
La sangre puso nombre al misterio
y la vida derramó
todo el limón y la canela del mundo
en el breve espacio de ternura
de tus pies a tu pelo.
Al compás de una saeta
conquistaste la alegría
apoyada en mi pecho.
Mi libertad salvaje se hizo presa miel
en la caída de tus ojos abiertos
y tu boca encontró todos mis besos
agrietados en alcoba de cieno.
Azul como el mar de mi sueño,
el fragor puro de tu risa.
A tu lado, mi niña azul, duermo.
A salvo, duermo.
Keka Conesa
Sevilla, España
❆ ❆ ❆
La madre
Parada, esperando,
en tu desesperación
miraste si alguien venia
para recoger aquel limón.
El hambre, el cansancio
la ruta cada vez mas larga
convertía en acíbar
la miel soñada.
Aquel lugar extranjero
donde llevabas a tu familia.
Las grietas de tus pies
una por cada país andado
y unas más por los que te habían desahuciado.
El azul de tu cielo
alguien lo convirtió negro.
tu no sabes todavía por qué,
te lo preguntas en silencio,
tu hijo calla,
esta cansado
no entiende nada.
¡Tú si!
La fuerza
para no caer
te la da tu razón
tus sueños, ¡muertos ya!
El no te puede ver llorar
el todavía tiene tiempo de soñar…
Un mundo mejor es posible
pero tu no sabes cual.
Cristina Eme
Zaragoza, España
❆ ❆ ❆
Caen los limones azules
al suelo de azul y hielo.
Ven a quitarme este frío,
ven a sacarme este miedo.
Sobre la miel y la escarcha
se besan los limoneros
danzando azules batallas
entre tu cuerpo y mi cuerpo.
Se me agrieta el vaho del alma
esperando en el estero.
A la luz azul del alba
los limoneros ardiendo
restañan con azul zumo
las heridas del destierro.
Ven a sacarme este frío,
azul hielo bajo el miedo.
Ven y quítame la escarcha
bajo el azul limonero.
Pon
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Un día te caen todos los años encima
como limones duros, secos y arrugados,
perdido cualquier vestigio de lustre en la piel.
Ahora que se agrietan las certezas
como la corteza del limonero aquél,
me conformo con estos días azules
y me embriago de esta luz color de miel.
Xisca Minart
Palma de Mallorca, España
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‘Estaba la pájara pinta sentadita en su verde limón’
(Canción infantil tradicional)
Cuando canta mi canción
Cuando canta mi canción
Se abre la semilla
Florece, floreces, florezco yo
Acércame la miel a la piel y un terrón de limón
Cuando canta mi canción
Cuando canta mi canción
Siento el calor
Florece, floreces, florezco yo
Del arcano azul arrancará un corazón y un temblor de limón
Cuando canta mi canción
Cuando canta mi canción
Sabe a tequila o a ron
Florece, floreces, florezco yo
Ondular marino agrietándose con tesón de limón
Cuando canta mi canción
Cuando canta mi canción
Suena un tambor
Florece, floreces, florezco yo
con sonrisa sin tregua y al limón
Cae, caes, caemos y bailo yo
Chelo de Andrés
Plymouth, UK
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