Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Gabriel Merino quién recibirá el libro La sombra de Caín de Alejandro Pedregosa de la editorial Cuadernos del Vigía
A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
abrojos, lampazos, purpúrea, cardos y alborear.
❆ ❆ ❆
Empalao
Para el creyente devoto no todo es flor de cerezo
y pimentón.
Entrega.
Ese gozo primario de quedar inmovilizado bajo
la maroma que asfixia y lacera, mientras
adviertes que devienen purpúreos
los extremos de tus dedos y las partes del cuerpo
que ya no sientes, porque no les alcanza el riego.
El patrón que te ata exacto, áspero y severo como un cardo,
moja en agua el lampazo y lo acerca a tu piel
tirante y dolorida, mucho antes incluso
de que la disciplina del abrojo desgarre
tu espalda, de la que brotarán amapolas
extáticas de sangre. Descalzo y aterido
como si tu anfitrión fuera Tepes o Pilatos,
igual que el excitado hospodar de las once mil,
cubres tu cara con el velo que te ciega
y accedes como animal herido al empedrado
en esa penitencia que has deseado tanto
alargando tu dolor hasta que empiece a alborear.
Gabriel Merino
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Querido compositor,
¿acaso no albergabas
-aunque fuera en el áurea
purpúrea de tu alma-
una serie de palabras
que no hicieran
tan difícil mi labor?
No pretendo
ser un cardo borriquero,
ni llenar tu conciencia
con abrojos,
solo quiero que entiendas
sin enojo,
que estos verbos
no inspiran mi creación.
Alboréa
y aun no cerré los ojos.
Escucho embelesada
esa poesía,
que sabes envolver
con melodías.
Tu música es bella,
me enamora, me da paz
y me da calma.
Por ello, te regalo desde el alma
-y además le pongo lazos-
un canasto lleno de lampazos.
Pero ¡ojo!,
no les he quitado las espinas...
Verónica Velarde
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Alborea la mañana dejando un halo en la trinquete
Yo mirando al horizonte, la mano de pantalla en la frente.
Sí, soy yo la capitana de esta veloz fragata
y, con capa purpúrea al viento,
¡reclamo el rango de pirata!
Soy mujer como la mar, la sal y las olas
Y como tal navego a voluntad, sin lastre, a solas.
Golpes de lampazos limpiando la cubierta
suenan a otros de cadenas
que rompo ¡Me voy tan harta!
Hoy no temo a los abrojos de la costa
Cardos en el mascarón serán mi emblema
No soy costilla de nadie.
Firme mi decisión, ¡nítida mi meta!
Mª Jesús Robles
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Al alba
Alborea....................
Hay que arrancar a lampazos
los abrojos
los cardos borriqueros
que saquean esta tierra
impidiéndola germinar.
Y solo así
la luz purpúrea en el horizonte
marcará el génesis
de un mañana diferente.
Carmen Lafuente
Madrid, España
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Proemio destructivo
Era un sentimiento purpúreo, agudo,
plagado de encarnizados abrojos,
como un cardo floreciendo
en el pecho,
el preámbulo de un lampazo punzante
alboreando en el centro.
Era el odio ruin y dañino.
Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España
Guadix, Granada, España
❆ ❆ ❆
Alborea indiferente la mañana
Sobre las gráciles espigas doradas
La inexorable media luna de plata
Cae oblicua la tarde cansada
Sobre los haces ya bien atados
Los pájaros recogen los granos
Resisten al borde del camino
Los lampazos, abrojos y cardos
En las inabordables montañas
En sus pendientes purpúreas
Nadie habla de escardas ni guadañas
Xisca Minart
Palma de Mallorca, España
Palma de Mallorca, España
❆ ❆ ❆
Proyectar un sueño
Aquellos soldaditos
sus restos
retirados con lampazos.
Sueños infantiles
purpúreas y coloridas
figuras
que hace el artesano
todos los días
hasta alborear
para el deleite
de esos niños ricos.
El cardo para su hijo....
pero esta vez ..No será..
y de entre aquellos plomos
recogía todos los días un pedacito
las sobras!!
día a día de aquellos encargos
de aquellos gramos
nace la figurita hermosa
diferente y preciosa
figurita especial
Cada día un granito mas.
Al final será
de aquel año
la figurita plomiza
fruto del agotador trabajo
la que deleitará
a su hijo.
También el podrá
disfrutar del juego
olvidar sus penurias
sentirse niño rico.
Piensa su padre granito tras granito...
Pasaran mas de dos años
para que ese soldadito
pueda ser real.
El lo sabe..!! nadie mas!!
Cada día un poquito
oculto entre los abrojos guardará
ese poquito de plomo...
nadie sabrá su secreto
solo los cardos del lugar
y su corazón..
Su hijo será como todos lo demás
faltaría más!
eso le queda
no tiene más.....
los sueños y el trabajar....
Cristina Eme
Zaragoza, España
Zaragoza, España
❆ ❆ ❆
Purpúrea herida reveladora
Purpúrea herida reveladora
de excesivo mal uso del abrojo.
Flor de lampazo que con gran enojo
marca en tu espalda la ira salvadora.
Abrazando esos cardos a toda hora
matas el fuerte deseo, el antojo,
por esa otra pasión que de reojo
miras preso, de la noche a la aurora.
¿Por qué negar lo natural y bello?
Un voto de imposible cumplimiento
si alborea el olor de su cabello.
Una pena inmensa en todo momento
recordar de su mirar el destello,
dolor purpúreo y sanguinolento.
❆ ❆ ❆
Naciendo
Danzando en un
amanecer alborear
veo lampazos
en mi balcón
con el cardos
que iluminan
mi jarro
y los abrojos
que nacen
con sus capullos
con las hojas
de la purpúrea
que llegan
y me abrazan
naciendo
de mi silueta
un árbol
que renace
de las sombras
para dar
tantas
perfecciones.
Martha del Pilar
cuenta :: cuenta
cuenta :: cuenta
❆ ❆ ❆
¡Que ya me harto…!
Harta estoy de ti
Ya pasó el tiempo
Y me colmaste
De tu abrojo y lampazos
No me azotes más
Cabrón del alma
Que por decir no digo
Y que nadie me oiga
De ti tu nombre
Que siquiera quiero escucharlo
Después de haberte amado tanto…
Al alborear el día me iré y no me busques
Que me enterraré muy abajo
Que estoy harta de ti cabrón del alma
Después de haberte amado tanto…
Y deseo la purpúrea flor
A tus sentires cardos
Que ya ni pena me das
Cabrón del alma
Después de haberte amado tanto…
Marian Orruño Fernández
Bilbao (Vizcaya)
Bilbao (Vizcaya)
❆ ❆ ❆
Cuento los cardos
Cuento los cardos en el campo raso,
Y al tiempo que ando, cuento mis cantos,
Que me clavan púas como abrojos altos.
Quito los cardos y asoman lampazos
Y canto desgarros de purpúreos trazos.
Zarzales y abrojos rebrotan en tanto
Que cuento mis letras que no aporten llanto.
Cuento y no encuentro felices hallazgos.
Tonos morados de un calvario largo.
Paro mis pasos y rebusco quedo
En mis pieles sensibles tanto pincho amargo,
Tanta púa ingrata, y ninguna explica mi destino aciago.
Sólo entono cantos empolvados, verbos esteparios.
Caminos que pueblan cardos.
Clavo las púas en el pensamiento;
Clavo y desgarro tanto como guardo.
Canto y aguardo en el campo raso
Que duerman los cardos si alborea un día
En que fundan los astros todas sus púas
Y entone mi canto lo mismo de amargo.
❆ ❆ ❆
DOLOR
Me llena de abrojos tu ausencia
y la tristeza,
no contempla la belleza purpúrea de los lampazos
que crecen fuertes a la orilla de tus ojos.
Vago errante por las sombras de tu cabello
sin escuchar a quienes desean algo de mí.
Me llaman cardo borriquero los amigos
como si la planta que dignifica su nombre,
tuviera culpa de mis lamentos.
Quizá mañana puedan alborear en mí
pequeños brotes de ilusión
y de nuevo los sueños,
florezca como cardos entre rastrojos.
Entonces,
Caminaré sobre sendas y caminos
sin detener mis pasos en semáforos
y cuando levante la noche su luna,
los lampazos dejarán de clavarme sus púas
y descubriré,
la flor de oro que nace en los abrojos.
Hoy, ya alborea el horizonte
y el aire,
desperdiga la purpúrea sangre de mi duelo.
❆ ❆ ❆
Botánica.
Se te daba bien
hacer de la botánica
vínculos de palabras desatadas al amor.
Un abrojo de silabas
por cada amapola añorando
la tierra que la ampara.
Nadie debería sacarlas de su sueño.
Amáme,
parecían decir
tus ojos florecidos de gardenias.
Como lampazos en tu vientre
impregnado de espinas,
ocultabas las sombras para mi.
Todo deja de ser maldito
cuando bendita se muestra la lengua
que lo invoca.
Miráme,
dice el jardín donde creces
orgullosamente bello al rocio del tiempo.
Perdonáme,
perdona el modo extremo
donde me hago edelweis de ciudad,
eterno y disciplinado a lo inmortal.
El color de la púrpura
entre el meandro de mis manos
hace que florezcan hiedras en tu pecho.
Como el cardo es primero en primavera
tu palabra me abre al sol.
Y los fríos silábicos
fueron últimos en ver llorar
al sauce de mis años.
Para todo hay un último invierno.
Pilar Gorricho
Logroño (La Rioja), España
Logroño (La Rioja), España
❆ ❆ ❆
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