Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Hipólito García, nuestro querido "Bolo". Te animamos a que sigas participando en la vigésima segunda edición que empieza hoy jueves 5 de octubre del año 2012.
A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas: obstinación, balneario, descenso, redención y bastante.
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OTOÑO
Vienes con el marrón en la mirada,
tu lenguaje de lluvia, el descenso
de temperatura y ganas, inmenso
cabrón que eres, otoño, en tu llegada.
Se acabaron las siestas con almohada
los tintos de verano, los intensos
días de playa. Bastante indefensos
nos redimes de la vida deseada.
¿Quién te manda inyectarnos el veneno
de tu tristeza? ¿En qué diccionario
se guarda el silencio de tus mentiras?
¿Quién pudiera sobrevivir ajeno
a tanto hastío? ¿En qué balneario
curan la obstinación con que nos miras?
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empezamos patrocinando llagas
siendo solidarios si supuran,
porque hacer turismo por lugares de dolor erradica
el martilleo en la conciencia
y
es posible empaparse de miradas.
Gsús Bonilla
mirar al otro siempre es más sencillo
que echar un cable
cuando no te toca nada,
he mordido miedos
que aún me queman la garganta,
y me sangran, los lunes de inercia,
de bancos-cama soportando gente
hoy, la ciudad es un poco más fría,
en este otoño obstinado
en llevarnos la contraria,
que aquí no se salva nadie
de este Madrid balneario
supurando palabras-consigna,
donde se silencia el grito,
a golpes
no es bastante querer hacer
desde el marco de la ventana,
con el café aún caliente
en bocas vacías de rabia,
la redención es liberarse
de cadenas, de la opresión
del que manda porque puede,
y no desciende en su escala
de valores, para mirar a los ojos
a los cinco millones de parados
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SIN REDENCIÓN
De qué sirven las palabras
si se secan en tus labios.
Si caen como fruta podrida
los días iguales
de tu calendario.
Si tu descenso al infierno
es diario.
Nunca tendrás bastante,
aunque le hayas vendido
tu alma al diablo.
Si no hay redención posible
para todos tus pecados:
no recibirás bautismo
aunque se arrugue tu carne
en los balnearios.
Si te arrastras entre las piedras
para mudar tu costado,
pero no hay mariposa
bajo la crisálida
del gusano.
Te levantas
con obstinación
para recibir los balazos,
pero sigues viviendo de rodillas:
Derrotado.
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CAUTIVO DEL JUEGO
Que implica la redención?
Entonar un mea culpa?
A vuestra manera,
especie de ley del Talión reciclada, que golpea una y otra vez cimientos que son de arena?
Un balneario en un desierto?
Un juego que nunca termina?
Un abrazo y un hasta pronto?
Todos hemos tenido bastante
Una vez caído en pecado y arrepentimiento mediante
A veces, con obstinación es buscada
… Confesionario, sacerdote, banco en una plaza, amigo, dormitorio, madre …
La escalera de caracol, también ha de subirse
Se escalan las más altas montañas
Se exploran abismos abisales
También en lo más cotidiano
Los ciclos biológicos continúan
Se come
Se duerme
Te pitan si vas lento en el semáforo
Se guarda cola en el cajero de algún supermercado
Hora punta y atascos
Pulsando con cada movimiento el reloj
Será suficiente un mea culpa?
Estaréis satisfechos de venganza?
Cual ha de ser el rescate a pagar?
Soy un cautivo, esto es un oasis y no hay cantimploras?
Maldigo el juego y sus consecuencias!
Mientras tanto, todo, todo, gira y un día más, descenso en la bolsa
Emeterio Jesús Romo Fernández
Madrid, España
Madrid, España
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te vi sentada
en aquel balneario del silencio
guardabas las palabras
debajo de tu piel
las noches pálidas
duplican miradas
son lentas, inciertas
lo bastante lentas
a veces, incluso
llenas de obstinación
en un instante
dejaste al descubierto tus sentidos
decías tener un descenso de endorfinas
necesitabas besos, cien besos
besos virtuales, húmedos
besos suaves
besos al aire de la noche
y quizás
besos de redención
para todo aquel que
aun sin querer
ya no quiere.
(a Jean Girigori, artista curazoleña)
Maribel Moratilla
Zaragoza, España
Zaragoza, España
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BASTANTE
Bastante encuentro en tus ojos vedados
entre obstinación y entrega
entre la fascinante espera de tus pies
y la caminata tardía del descenso.
No mucho, sólo poco, salvación del brazo cansado,
fiera anodina de la noche-grieta entre tumultos:
redención de tus muslos en mis piernas
y balneario ahogado en tu sexo de penumbra.
Susana Lang
De La Garma, Pcia. de Bs. As., Argentina
De La Garma, Pcia. de Bs. As., Argentina
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#21.-25-S
¿No es ya bastante redención este descenso?
Tú... ¡sigues con la obstinación
de que este infierno es un balneario!
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Otoño
El otoño irrumpe y cubre con fuego dorado
el bosque del balneario y la cercana montaña.
En la cima un grupo de escaladores
inicia el descenso por la pendiente rocosa.
Se deslizan con obstinación.
Emplearan bastante tiempo en alcanzar su objetivo.
La redención les aguarda al final
en un espejo azul.
Carmen Lafuente Alvarez
Madrid, España
Madrid, España
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SOL...EDAD
Decidiste, con peregrina obstinación,
del balneario, el precioso balcón,
desde el que llevar a cabo tu redención.
SALTO EN ROMBO. CAÍDA LIBRE.
Un descenso, bastante truculento,
no exento de sol...edad, soledad
¡una total liberación!
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Sin Entrega
En el balneario mundo
una amistad florece
con olor fragante.
Pero que en su pasar
se obstina
en buscar nubes que
se oponen a su entrega.
Por que hace descender
nubarrones cargados
para no inclinar su oído
y escuchar a otro que no sea
su ser.
Derribando el altar que ha ofrecido
con redención.
Porque no existirá otro santo
que sea bastante bueno
para abrir sus brazos
y amar por completo.
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Caída
Nunca fuimos el agua entumecida
de un balneario y sin embargo,
nunca será bastante
este descenso en caída libre
por los acantilados del tiempo
para no ahogarse de recuerdos.
Buscabas el vuelo
en las letras de tu nombre
perdidas entre tanto bullicio.
Las alas del avE.
El dibujo inequívoco,
alejada la sombra en el espejo.
Con la obstinación de un perro hambriento
descargué mi dolor sobre tu angustia.
La incertidumbre fue
su dentellada.
Ahora,
cuando el corazón deshabitado renuncia,
la redención se transparenta en rojo
como un pacto con el diablo,
abajo, mucho más abajo
del fondo de una botella.
Antonio-Mario Benavides González (Toño Benavides)
Madrid, España
gentedigital.es/comunidad/metroblood
Madrid, España
gentedigital.es/comunidad/metroblood
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Verano de balneario
tardío amor que trastornas
las canas seniles
crepuscular y agónica
pasión prohibida
belleza sublime
que señalas el cielo
Te contempla vencida
la obstinación del intelecto
descenso al infierno
de un río de ceniza
que siempre sofocó
el volcán de los sentidos
que nunca entendió
que lo bastante es poco
que lo seguro endeble
que la redención del deseo
es la muerte
Xisca Minart
Palma de Mallorca
Palma de Mallorca
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