Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Rómulo Bustos. Te animamos a que sigas participando en la vigésima tercera edición que empieza hoy viernes 19 de octubre del año 2012.
Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Mar i bel Valdivia Palma quién recibirá un libro de la editorial.
A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
ángel, fluir, álamo, caballo y tejer.
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Quince Inexacto: Lista De La Compra
Ángeles que tejéis el viento ( las cuerdas del
viento)
fluyó la sangre caliente de los caballos ( libres )
y seguisteis alados
esperando en los álamos,
libando el tiempo
humano.
No os vais a caer de los cielos ángeles
Os columpiareis de las manos de los hombres
en los álamos de ramas inquietas, descargadas
del presente
respirando, fuertes,
como solo lo hacen los caballos tras la carrera
Cuando el viento se ha
hecho
fluido
y teje el instante en la
alfombra roja y verde de
la tierra
( el adviento es el ahora
diciendo:
ángel
fluir
álamo
tejer
caballo
el ahora está acabando
de apuntar
la lista de la compra con la que dará de comer )
yeguas, hadas, mujeres:
el horizonte sostiene las dos agujas de hacer
punto
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Silencio
En lo profundo del bosque.... silencio.
Ámbito sereno, morada de un ángel.
Solo se escucha el fluir de un arroyo.
El murmullo de las hojas del álamo
mecidas por el viento.
Y el trotar de un caballo a lo lejos.
Una araña en un tronco estriado
comienza a tejer su red.
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| El río Oza en El Bierzo (Foto: Carmen Lafuente Álvarez) |
Carmen Lafuente Álvarez
Madrid, España
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Es hora de fluir
por el cauce de voces en pie de guerra
y hacer del poema un álamo de su ribera;
vigía en el desfile de sombras
que persigue a los canallas.
La hora de vencerlos
y hacer del poema un caballo de Troya;
que se llene el vientre de metralla
y que explote donde duerman
aquellos que nos matan.
La hora de evocar
al milagro de la rebeldía
y hacer del poema la Revolución
que arranque con versos las alas
de los ángeles caídos.
Es la hora de tejer
los pecados, con las rimas.
Suso Torriente
Madrid, España
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Hoy he querido tejer
Con hilo de la venganza
Un ángel de la templanza
Que disimule placer
Y un álamo contrariado
Me enseño que la distancia
A pie siempre se hace larga
Más no montado a caballo
Pero las cargas del amo
Con sus ojos siempre atento
Nos desconsuela el momento.
Y es que fluir con el viento
Del ánimo del desaliento
Nos hace sentir desamparo
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Alzheimer
Sospechas toda tragedia,
mueres cada minuto
y te ahoga el llanto
cuando la foto de algún niño
es un espejo que fluye
lejos de tu alcance y buscas el beso
en el plástico de su piel.
La sangre más delicada,
en los filos de la mente,
escapó de su cauce,
inundó los puentes hacia la cordura
y abierta la jaula del monstruo,
llega la noche, sombra de ángel negro,
a reclamar un tributo de ansiedad y muerte.
Porque tienes hijos y nietos
no resulta del todo absurdo
que aprendieras a sumar, amar
dibujar caballos, contar pájaros
y los nombres de los ríos.
Y aguantas el envite de la carne
por ver deformada su cara
entre nubes de tranquilizantes.
Se desploma la tarde enrejada
por un desfile de álamos quietos.
La lluvia del sábado
borra las huellas de los visitantes
que huyen del hospital
En qué universo habitable
teje el tiempo su memoria
de verano, fruta y besos
en el presente más feliz,
a salvo de la sangre,
al abrigo de los vientos.
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Sueño del granjero
finas agujas de agua tejen una nube al techo de paja,
las hojas del álamo conversan con el viento
y en el establo un caballo negro sacude su crin
– fluir de sombras –
baila un ángel en la oscuridad de su ojo
Gastón de Maeztu
Ávila, España
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"Del árbol de los tiempos nos hemos desprendido
bajo todo un sistema de galaxias de años;
y ahora estamos mirándonos y nos vemos extraños
igual que dos océanos que se hubieran unido"
Félix Grande
fueron primero las palabras,
donde tejer el camino
de las manos a los ojos,
la distancia del agua quieta,
en los embalses de un otoño
meciendo el trino del álamo
tal vez, ocurrió después
de tu llegada, en la ingravidez
que antecede a los caballos
que atravesaban mi estómago
o quizás, no fue entonces,
y sucedió mucho antes,
cuando la sangre fluía aún
en la herida abierta,
y el mensaje me avisaba
impertinente en la pantalla,
- soy Ángel,
llegaré mañana a Madrid,
en el tren de las siete.
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Me parte el alma tu porte resignado
me aflige la alegría de tus cascabeles
me duele tu fatiga de atelajes
el repicar de tus cascos herrados
Es la señal del ángel en tu frente
el lucero de un cielo de caballos
y yo quisiera quitarte las riendas,
tejerte una manta
llevarte por la senda de los álamos
donde fluye el río que canta
Xisca Minart
Palma de Mallorca
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Oh, caballito de mar
que nadas como los ángeles
erguido y elegante,
cuando pronuncio tu nombre
las sílabas fluyen
a esa velocidad tan tuya,
lenta, sin prisas,
ajustando el volumen del tiempo.
Oh, caballito de mar
quisiera tejer tu nombre
en el tronco de aquel árbol,
del tuyo, del nuestro
para abrazar en silencio
la sonrisa de un niño
que gustará encontrarte
en cualquier álamo escondido.
Maribel Moratilla
Zaragoza, España
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Se dejó morir
Tu vida
de álamo endémico
se dejó morir
como caballo tejedor
de sombras ángeles
que inundó el fluir
de tus ajadas
y esquizofrénicas
venas negras.
Kostas Kamaki
Madrid, España
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MI YO YA NO FLUYE
He querido tejer tu cuerpo con agua
de cartón armar mis caballos
y en cristal modelar un ángel.
Sin embargo
me encuentro tirada en el suelo
regando con sal
las raíces de un álamo.
Vacía
rodeada de escombros
mi voz estancada.
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``Á capéla de un caballo canéla,al atardecer,á orillas de un riachuelo...entre Álamos reflejados en la humedad de sus sómbras...Tejiendo sus ramas? Murmúllos angelicales á la vez que sordos...fluidaménte conversan`` Sús relatos fórman ún racimo de gótas de lluvia...Alojados en la lejania...Cúllos cascos húmedos y galopantes de úna manada en libertad...Acarician sús sombras al pasar,ligéros ý sabios...Recuerdan poéticos pasos,qué amamantádos por sus ancéstros...Téjen fluídamente ángeles a caballo,entre Álamos verdes y rocosos...``
Luz M Tilve Garcia-Gallega
Vigo,Pontevedra
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Las liras del arcángel
Como un Ícaro frágil
más vuela como ángel que como hada
y se alza en vuelo ágil
-espuma encabritada-
fluyendo de la sima a la cascada
destruyendo la brisa.
Los truenos se convierten en los cálamos
que escriben liras: pisan
un camposanto de álamos
y ascienden como rayos desde el tálamo.
Colisión de naufragios.
Tejiendo un verso suelto en contradanza
se desliza el adagio
y apagando bonanzas
se pierde, cual caballo, en lontananza.
Gabriel Merino
Madrid, España
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Teje el caballo música de charoles
entre los álamos que se desnudan lentos,
como el fluir del agua del arroyo;
¡polifonía de ángeles! Ritual del alma.
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Se cristaliza
Al fluir el agua cristalina
un ángel se cristaliza y
sus alas se extienden
dejándose arrullar
por la laguna mientras
se ve un retrato dibujar
en su silueta
que teje luz alrededor
de sus vestidos
donde se ven
caballos
en un bosque
de álamo
enviando este mensaje
de amor
a todo el que mueva
con sus manos
estas aguas.
Y querubines
caen del cielo
cubriéndolo con oro
para ser bendecido
con honor.
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Tejo sueños de Pegaso,
vuelo cosmos a caballo,
trotes, galopes de tallo,
fluyendo hacía parnaso.
Doncel que viaja al ocaso,
de su estampa soy vasallo,
sigo el ritmo, no me callo,
y sigo con cuido el paso.
Crines, ancas y herraduras,
los luceros son sus huellas,
el ángel que cruza orillas.
Relinchar y sus bramuras,
del álamo a las estrellas
se desdibujan las sillas.
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ESPACIOS
Tejer sobre la brisa incierta
el álamo que nos protegerá.
Coser sobre el agua sonora
el fluir de nuestros ruidos secos
y un caballo, y un ángel que susurran
en un idioma todavía conocido, todavía cotidiano
el lugar que nos habita y nos acalla
Susana Lang
De La Garma, Pcia. de Bs. As., Argentina
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