Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por la escritora neozelandesa Penelope Todd. Te animamos a que sigas participando en la nonagésima primera edición que empieza el viernes 12 de febrero del año 2016.
Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Gabriel Merino quién recibirá el libro
Un tiburón en la piscina de Javier Ors de la editorial
Huerga y Fierro
A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
martillo, seda, sin embargo, prueba y cientos.
❆ ❆ ❆
1984
Inciso.
El gran hermano tenía
—como siempre—
las pruebas.
Contrarias al credo.
Grabaciones en las que,
aunque jurasteis que os mataríais
con un martillo,
presos del deseo vuestros dedos
recorrieron vuestra piel
con tacto de seda
en el ángulo ciego a la cámara
de aquel piso.
Sin embargo,
—como siempre—
la rata y el miedo
pudieron más
que vuestros cientos de horas y días
de amor y compromiso.
Gabriel Merino
Madrid, España
❆ ❆ ❆
La sonrisa decente
Cientos de veces
le di con el martillo
para ver si quedaba
la escultura acabada,
sin embargo a mi gusto
no afinaba el remate
y de nuevo esa prueba
como loco empezaba.
En la seda, el modisto
tiene mejores medios
pero la piedra es dura
obstinada la mente,
que se afana e irrita
y es toda una aventura
el sacarle a la estatua
la sonrisa decente.
Carmen Barrios Rull
Madrid, España
❆ ❆ ❆
Alejados mitos
De simples y viejos mitos
fue Sócrates peleón
martillo que verdad fija
sin pena ni compasión.
La poesía fue envuelta
con seda de la razón
en lógica discursiva
olvidando el corazón.
Sin embargo trajo Cristo
al mundo su inmolación
obra de un amor inmenso
su mítica religión.
A cientos la fe consuela
como idea de Platón
esto es prueba de presidio
en caverna de ilusión.
Y en estos días de tedio
junto a la desilusión
la codicia con el sexo
son la burda explicación.
❆ ❆ ❆
Sin embargo
Sin embargo, pruebo
cientos de cintas
que un gusano de seda
saca para mi talón de Aquiles
para seguir en pie
de mi cruel tormenta
que me martillo hasta
quedar con la mente nublada
malgastando mi tiempo
en pensar mil suposiciones
de como recuperar
mi títere cuerpo
que paso por múltiples
pruebas , sin poder
volver atrás
para recuperar
mi erguido esqueleto.
Pero el torbellino
unió mis partes
hasta quedar en cuerpo
y alma , recuperando
mi reloj de arena
que me levanta
a paso tortuga pero
con el cielo despejado.
❆ ❆ ❆
La mirada de Eros
Precipitada en la negrura insondable de tus ojos,
el deseo, como un martillo,
hace saltar los resortes de la cordura,
mi piel bebe tu aliento,
se inflama con la seda de tus brazos,
la noche se agita
como alas de cientos de pájaros.
No sé quién eres, sin embargo,
me entrego al desorden de tus caricias
y pruebo la adormidera de tus labios.
Carmen Hernández Montalbán
Guadix, Granada, España
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Ninfa
Quien toca la seda de sus labios
Cae rendido
Desde el cielo, azota un rayo
Cual martillo
Es tan efímera, y sin embargo
Queda impresa
Si no me crees, toma el riesgo
Ve, prueba...
❆ ❆ ❆
Alas al viento
El sueño de la revolución cae
como el volado de tu blusa de seda negra de humo
sobre tus pechos vacíos de hijos...
Sin embargo, son la prueba viviente
el camino que siguen los caminantes
en busca de la paz, una gota...
cientos de gotas de lluvia
que nos mojen las mejillas
y nos enjuguen las lágrimas podridas
de tanto martillo amargo
dando golpes por todo el cuerpo
y justo en el corazón
❆ ❆ ❆
❆ ❆ ❆
Para clavarlo en la Cruz
martillo y clavos bastaron,
a El, que Es, sin embargo,
con su perdón infinito
quien nos proporciona luz.
Para seguir su camino,
de amor, entrega, acogida,
sólo el hombre necesita
no rechazar al "extraño"
que al exilio está obligado,
y sí, considerarle hermano
que está precisando ayuda.
Con nuestra actitud pasiva,
con nuestros guantes de seda
ignorando su valía
les cerramos las fronteras
poniendo a prueba sus vidas,
dejando morir a cientos
los que, huyendo de la guerra,
se embarcan en las pateras,
o recorren los caminos
rodeados de alambreras
sin encontrar quien los quiera.
Hortensia Ayuso
Torremocha de Jarama, Madrid, España
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Patrimonio de cristiano viejo
Es una pena
Que en este mes
De este año
Ya no me sirva
El ejemplo de mi padre.
Su teoría del esfuerzo
Del trabajo bien hecho
Su xenofobia contra los gitanos
(Esa bien la he aprehendido)
Después de 20 años a destajo
Le denunciaron por apercibir
A un niño maleducado
Que se colgaba de los árboles
Que rompía las plantas
Que con tanto esmero había cuidado.
No me sirven los cientos de años
Empleados en quedar bien
Con el patrono.
Ahora el martillo sería empleado
En golpearle sin remordimiento.
Ninguna prueba de amor
Se merece ese amigo
Que desestimando todo valor inculcado,
Te traiciona con su desidia.
Qué difícil me resulta encontrar a Dios
entre tanta gente inquietante
No reconozco a ninguno de esos
Frailes buenos que me respetaron.
Me molesta el ruido del tráfico
Los vecinos folladores
a voz en grito
La gente diferente
Que se ríe de los normales
Hoy tengo ganas de pelea
Incluso con los mujaidines
Sin embargo,
Me cuesta pedirte perdón
Cada noche.
Cuántas veces te he insultado
En sueños
Por no acordarme de amarte
En la tristeza de esta soledad
Por las tardes,
Acumulo tanta mala leche
Como grasa
En mi niñez
Soñé con ser Marco Polo
Aventurero en la Ruta de la Seda
Y mírame ahora,
Solo soy una sombra
Que magnífica culos ajenos
Y busca exposiciones con moscas.
Es una pena
Que en este mes
De este año
Ya no me sirva
El ejemplo de mi padre...
Juan M. Santiago León
Arganda del Rey, Madrid, España
❆ ❆ ❆
Prueba a
envolver
la cabeza de
un martillo
dentro
de un paño
de seda y
golpea
un cristal
el ruido
del destrozo
es amortiguado
por la suavidad
de la tela
sin embargo
el cristal
acaba
igualmente
diluido
en cientos
de insignificantes
trozos
con hambre
de pies
desnudos
jorge m molinero
La Rondilla, España
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“Destemplada herida”
Hace frío ahí fuera; hiela…
Y el temor a la nada se acrecienta
Martillo pilón que constante y suavemente golpea
Suave y sin embargo golpea
Y aunque suave, hace herida
Y en invierno reverdece la herida
Haciéndose cristal de hielo
Y es en primavera al abrirse
Y parecer morir sin remedio
Cadáver de color la dicen, rosa abierta
Y esa parece la prueba, rosa, seda, lavada
Abierta y deshilachada
Y sin embargo, pese a todo, en verano es su estocada
La canícula la mata
En ese periodo se aviva, tan viva la herida se hace
Tan viva que, a grandes borbotones sangra
Se abre resentida, se ablanda y es fruta madura cayendo de su rama
Cientos de años tienes, maldita herida y aún vienes a mí sangrando
Te aguanté de por vida, sigue herida, sigue…, hasta tu muerte y la mía
Que será temprano…
Marian Orruño
Bilbao, Vizcaya
❆ ❆ ❆
LA DIALÉCTICA DEL HIERRO
Cientos y cientos de manos
frías encienden las fraguas
del mismísimo Vulcano
para calentar el hierro de la discordia.
En nombre de la guerra
y en el de la seda
el fuego purifica los corazones.
Sin embargo, los yunques
están hechos a prueba de golpes,
igual que los arados y las azadas.
Golpean los martillos de la noche
en mis sienes, como campanas
de funeral golpean los martillos.
Sólo oyen su sonido los iniciados,
los perseguidos y las hogueras
de los ojos hueros. Sólo oyen su tañido
los muertos y los gusanos.
Custodio Tejada Cruz
Purullena-Guadix, Granada, España
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El soplo de vida que oscila
Yo te vi
tan aturdida.
Tan febril
era tu llanto
que pensé en
pensar
en alto.
Ciertamente p
e
n
d
e
m
o
s livianos
de hilos de seda amarrados
al soplo de vida
que oscila y nos deja en el vilo
cubiertos de azar.
Y aunque los hilos resulten movidos
por tanto capricho
quizás sin sentido,
amamos quedarnos asiendo suspiros.
Vagar, si quieres, en esta locura incierta.
Volar, seguro, aunque te fijes al suelo.
Y es que hasta la propia tierra
-locura- también se menea
c
o
l
g
a
d
a
g y o
i d
r a n
recorre sus cientos
de espacios
de asombros
por cada segundo.
Y cada día
pareciera
que estuviéramos
a prueba,
sin saber
si es muy cabal
que este vértigo
nos mueva.
Sin embargo…
Repiquetearé como un martillo
que me quedo en este viaje.
¡Mira!
¡Siente!
Cómo vuela este presente.
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A lo largo de los años
nunca te libras de pensar que es tarde
que ya no te da tiempo a nada
y que no puedes salir ileso
de ese maremágnum que te paraliza
que arrebola tus mejillas
como un golpe de martillo
Sin embargo decides
remover la tierra con el aire
con cientos de ideas perdidas
Te pruebas a ti mismo
haciendo garabatos de seda
de esos que vuelan sin rumbo
que tocan la luna
y vuelven con savia nueva
para no tocar fondo
y hacer que lo tarde no sea tarde
Maribel Moratilla
Zaragoza, España
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Mujer
Las manos martillo
sin embargo seda
prueba de cientos
de siglos acunando el mundo.
Carmen Lafuente
Madrid, España
❆ ❆ ❆
COROLARIO
Sobre el silencio de la seda.
En las noches
nevadas donde la claridad
se clava sin dolor a los párpados.
Crear o demoler
con un martillo invisible
que evite la tristeza alargada de los látigos.
Llegan vientos de vendetta.
Cientos de simas colonizan el trayecto.
En tu vientre sin embargo,
se aloja la prueba de un tiempo dulcísono.
Nicolás Corraliza
España
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El silencio es un rugiente martillo de seda,
una guitarra que mira con sus ojos huecos.
Cierro la puerta del recuerdo.
Destierro para mi destino.
Aquí yace una mujer de confesada herida.
Nadie quiere mis huesos
cuando te sueño en versos doloridos.
Te reconstruyo miembro a miembro.
Y mi zozobra se ahoga en tu vientre pretencioso.
Un aroma de jazmín se reconoce entre mis dedos
abiertos antes a los milagros
cuando la tierra ofrecía pruebas
que vencía ligera a lomos de tus labios.
No soy, sin embargo, en la vigilia
más que una arrugada margarita
en manos de un soberbio.
Me alimento de hojas secas,
cientos de esqueletos que cubren de yesca
la frescura del deseo.
La vida no es sino apetencia
que busca apoyar su hombro
en una nueva alegría.
Keka Conesa
Sevilla, España
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"Ahora solo lo inesperado o lo imposible podría hacerme llorar:
Una resurrección, ninguna muerte"
Ángel González
Resurrección.
Puede que naciese
para martillo.
Estos cientos de clavos
en el cielo del paladar,
esta corrosión metálica
de mis caídas
son la prueba.
Me he crucificado
dos, tres, mil veces.
Sin embargo, la resurrección
sigue siendo,
esa grávida seda
que primero fue gusano.
Pilar Gorricho
Logroño, La Rioja, España
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Y sin embargo, valía.
No se trataba de una prueba
pero cada día
componía una sonrisa
que daba valor
a su propia alma:
Tú vales, tú puedes.
Cientos de veces se rendía
pero volvía a resurgir
cada mañana.
Su pequeña conciencia
como martillo
golpeando su sien repetía:
Tú vales, tú puedes.
Y así ,como la seda, seguía
como siempre, como nunca,
como antes o después.
La vida sigue, María,
y tú con ella:
¡Tú vales, tú puedes!
María Jesús Robles
Madrid, España
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REENCUENTRO
Al caer el sol
noté tu presencia junto a mi almohada:
apareciste de nuevo, como cada noche.
Cientos de pensamientos absurdos
revolotearon en mi cabeza
como un martillo, insistentemente,
atormentaban mi descanso.
Anhelé fuertemente
que permanecieras a mi lado.
Sin embargo, con las luces del alba
tu silueta desapareció,
y, en su lugar,
como prueba de tu presencia
dejaste aquella cinta de seda azul
que recogía tu larga melena
que tanto me gustaba.
Ya con el día
comenzaba mi tormento:
¿por qué decidí aquel día
conducir borracho
cuando estabas a mi lado?
¿cómo pude ser tan inconsciente, tan necio?
En aquel maldito accidente te perdí
pero ese día también yo
desaparecí contigo…
Ahora tan sólo deseo
reencontrarme contigo
como cada noche
una vez más...
Mar Fernández González
Zaragoza, España
❆ ❆ ❆
Si yo supiera el eco de tu nombre
pronunciaría, amor, todas tus letras
en cientos de rincones y de plazas
olvidando mis huesos y mis fechas.
Si supiera, mi amor, cómo te llamas
tejería entre tu seda y mi saliva
una cadena blanca guarnecida
con clavos de arroyuelos y de esferas.
Si yo supiera, amor, cuál es tu nombre,
cincelaría con besos los martillos
que grabaran en piedra cada letra,
acariciando pedernal y mármol
a golpes de mis dedos y mi lengua.
Si yo supiera hoy que vas llamando
a la aldaba de mi puerta abierta
derribaría el muro que la cerca,
pedernal de tormenta y de centellas.
Y sin embargo, amor, hay tanto ruido
que temo no saber cuál es tu nombre
ni escuchar entre el eco tu llamado;
quizás la prueba de que ya estás cerca
sea este golpeteo en mi latido,
sea que sin saber tu voz ya te he escuchado.
Pon
Madrid, España
❆ ❆ ❆
cientos de martillos
castigaban la seda.
Sin embargo,
el gusano tejía
dando prueba de lo eterno.
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Alegrías de Sheyla
Acarician sus ojos
cuando me miran.
Las arenas de seda
por él suspiran.
Esta noche no viene,
sola me quedo.
Tal vez esté con otra:
las tiene a cientos.
Marrakech está lejos,
vuelve mañana.
Un martillo en el pecho
me parte el alma.
No soporto esta prueba,
madre, ¿qué haré?
Sin embargo me niego a
vivir sin él.
Pedro Bernal
Madrid, España
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